Fueron varios mensajes sobre su aspecto físico los que empujaron a Jorge Fernández a desvelar públicamente que sufría un problema digestivo. Después de perder diez kilos en unos meses, el presentador explicaba que había tenido la enfermedad de Lyme (infección causada por la picadura de una garrapata) y que también había “experimentado en mi propio organismo las devastadoras consecuencias de la acumulación de mercurio”. Semanas después de dar todos los detalles y tras varios post tratando de concienciar sobre la gravedad del asunto, el alicantino colgaba una fotografía en sus redes sociales para descubrir el antes y el después de su cambio físico. Una verdadera pesadilla en la que habría contado con el apoyo de su familia, con la que reside plácidamente en Euskadi:
El presentador comparte algunos de sus conocimientos desde que empezó a leer comentarios de seguidores que llevan sufriendo durante muchos años síntomas como la depresión, anorexia, vértigos, insomnio, fatiga crónica, color irritable, etc. Después de sufrir en su propia piel algunos de los citados durante estos años, Jorge se empeñó en descubrir cuál era el foco principal de sus molestias. “Me negué a aceptar esta mierda. Ningún médico os puede mandar a casa diciendo que tenéis fatiga crónica. Tenéis que buscar el por qué siempre”, animaba a sus usuarios. Ahora, Fernández ha recordado qué fue lo que más echó de menos en esa etapa.
“Tras varios años con problemas de salud, mi foco ha estado en recuperarme. Y lo que más eché en falta fue mi falta de energía”, revelaba en un post en el que aparece cargando peso en el gimnasio. “A mí jamás me había faltado energía para afrontar cualquier tipo de actividad durante el día. Por eso ahora creo que un buen sinónimo de salud es la energía, la vitalidad”, empezaba a enumerar algunos de los indicadores que denotan que tu cuerpo funciona como debería: “levantarte sin la necesidad de comer o beber para empezar tu día”, “levantarte queriendo moverte de alguna manera”, “levantarte de buen humor, sin sueño” o “que si te levantas con la barriga plana, no se te inflame nada más realizar tu desayuno”, entre otros. “Hay muchos ejemplos más, pero para mí y bajo mi propia experiencia, estos son ejemplos claros de energía y vitalidad, es decir, de salud”, concluía con esta sincera publicación.
Aunque el ex Míster España es consciente de que términos como “intoxicación por metales pesados” pueden parecer extraños para la gente, es una enfermedad más habitual de lo que se pueda pensar y a la vez es muy complicado de diagnosticar. “Mercurio del pescado, aluminio del desodorantes, plomo de los cosméticos, arsénico del desodorantes…”. Son muchas las vías por las que podemos entrar en contacto con estas sustancias químicas sin saberlo.
Jorge comentaba en sus redes que es difícil detectar situaciones como las suyas porque normalmente se miden los valores en sangre del tóxico y no la adhesión de estas sustancias a las paredes celulares, que es lo que realmente afecta a su estado de salud. En su caso, solo supo ponerle nombre y apellido a su enfermedad con un minelograma de cabello. Conocer tan de cerca esta enfermedad le ha hecho caer en la cuenta de que todos los días "tenemos un poquito de estos tóxicos 'tolerables' circulando por nuestra sangre". Lo perjudicial es cuando dejan de ser tolerables "y surgen los problemas metabólicos, endocrinos e inmunitarios que no saben diagnosticarnos", como fue su caso.