Isabel ‘The Iron’ Calvo, campeona del mundo de MMA y doctora en Biomedicina: "Voy a tener que sufrir para ganar"

La campeona del Mundo IMMAF de MMA amateur debuta como profesional ante la sueca Hanna Palmqvist, que le saca más de diez centímetros
“En mi opinión, estamos en igualdad de condiciones”, asegura la española que no se considera “en absoluto menos favorita”
Carlo Costanzia comparte en redes una desconocida afición: "Nos vemos este sábado, ganadores"
Desde luego, Isabel ‘The Iron’ Calvo es una mujer única. A sus 29 años, esta madrileña de Pinar de Chamartín que siempre ha hecho deporte y se confiesa “muy competitiva”, comenzó estudiando ciencias. Tras acabar Biología, realizó un máster en bioquímica, biología molecular y biomedicina, siguiendo los pasos de su tío, Manuel Serrano Marugán, una eminencia de la investigación molecular. Él dirigió su tesis sobre los mecanismos de control transcripcional de la identidad celular, por la que obtuvo ‘cum laude’. Y cuando todo indicaba que Isabel Calvo se iba a convertir en una renombrada científica, ella decidió colgar la bata de laboratorio por los guantes, o mejor dicho, guantillas que se usan en Artes Marciales Mixtas (MMA).
MÁS
Tras entrenar durante tres año, en una carrera meteórica, se ha convertido en campeona del Mundo IMMAF de MMA amateur y su meta es llegar a la Ultimate Fighting Championship, la mayor promotora de MMA del mundo. Y una vez llegue, advierte, “mi objetivo cambiará y será ser campeona de la UFC”. Este sábado 29 de marzo en WOW 17, en Madrid Arena, se enfrenta a una pelea durísima contra la sueca Hanna Palmqvist. Un paso más en su camino para convertirse en la estrella global que sueña ser. A quienes duden si asistir, les anima “para que vean que las MMA femeninas son igual de interesantes que las masculinas”, para “quitarse prejuicios” sobre este deporte, y, sobre todo, “para que me apoyen y me vean ganar en mi debut profesional”.
Pregunta: ¿Cómo recuerdas tu infancia?
Respuesta: Muy feliz, siempre he sido muy inquieta, me caía y me hacía muchas heridas porque me encantaba explorar, era muy deportista. Ni videojuegos, ni nada de eso, estaba casi siempre en el parque con mis amigas, y me gustaba ir con mi familia a la casa del campo. Tuve una buena infancia, no tengo una historia trágica para ser peleadora.
¿Por qué crees que sorprende tanto que una bióloga con cum laude con tal, acabe como peleadora?
Es un poco por estereotipo, de las dos partes. Sobre el sector académico, la gente piensa que solamente nos dedicamos a estudiar, y sobre las MMA se tiene una idea equivocada de gente un poco macarra o violenta. Yo no encajo, claro. Me gusta la biomedicina, estudiar, aprender, y aparte soy súper activa y me gusta competir. En las MMA encontré el deporte en el que más podía desarrollarme porque soy una chica bajita pero muy fuerte. Aparte, como yo soy muy bruta, siempre de pequeña hacía el loco, pues aquí puedo hacerlo de una forma más ordenada y reglada.
Tuve una buena infancia, no tengo una historia trágica para ser peleadora

Tu tío Manuel Serrano Marugán, una eminencia en la investigación molecular, pensaba que ibas a seguir sus pasos. ¿Qué te dijo él cuando decidiste cambiar la bata de investigadora por los guantes de MMA?
Yo quería seguir los pasos de mi tío porque le admiro muchísimo y me encantan las ciencias. Él fue mi director de tesis y para él fue un shock que, de repente, dejara la investigación por las MMA. Ha sido duro porque él me valoraba mucho como científica y le gustaba que siguiese su pasión. Pero tu familia y la gente que te quiere, lo que quiere para ti es lo que a ti te haga feliz. Él me hizo un vídeo precioso diciéndome que siempre me iba a apoyar en todo, que era una persona muy especial, con un cerebro muy especial, tanto para la ciencia, como para seguir mis sueños. Me dedicó unas palabras muy bonitas y sé que me apoya en todo.
¿Qué dirías de las MMA para acabar con estereotipos o incluso prejuicios?
MMA es un deporte de contacto, como pueden ser el judo, el boxeo, el jiu-jitsu brasileño, la lucha olímpica. Lo que pasa es que en el MMA se combinan todas las disciplinas, es la forma más realista de simular una pelea o de entrenar cómo pelear. Y tiene una parte muy complicada, que tienes que estudiar todos los deportes de contacto y las estrategias que se pueden llevar a cabo. La gente tiene una imagen de que es muy violento, porque hay dos personas que se están pegando, pero se están pegando de una forma acordada y es un deporte en el que yo he visto un compañerismo enorme.

¿Has hecho amigas con mujeres con las que has peleado?
Claro. Una de mis mejores amigas es una chica con la que he peleado cuatro veces. Antes de pelear nunca habíamos hablado, pero competir desarrolló nuestra amistad.
¿Y cómo se lleva que una amiga te "parta la cara"?
Bueno, pues es raro (risas). En los mundiales en los que gané el título de campeonato del mundo, íbamos las dos a representar a España en la misma categoría de peso, compartíamos habitación, nos estábamos ayudando a preparar las peleas que no eran la una contra la otra. El día que nos tocaba pelear una contra la otra, nos despertó el mismo despertador y desayunamos juntas. Luego dejamos de hablar para estar cada una centrada en lo nuestro, y peleamos. Emocionalmente es muy demandante, pero yo me lo tomo como si jugara una partida de ajedrez contra una amiga. Al final todo es un deporte.

Me da que aparte de tener una pegada muy dura, que he leído que tienes, tú tienes mucho poderío mental, que te debe de venir muy bien, ¿no?
Totalmente (risas). Hay que ser fuerte a nivel mental, no solo para desarrollar una estrategia, sino para, durante el combate, ir leyendo cómo tu rival va cambiando a lo largo de la pelea, ir adaptándote para saber qué cosas son incómodas para ella, en qué cosas yo soy superior. O sea, a nivel psicológico hay que ser muy duro mentalmente, mantenerse como en una partida ajedrez, como si no hubiese golpes. Cuando me dan un golpe, lo imagino así, ‘ah, me han comido este peón, ahora tengo que mover aquí la reina”. Todo, sin dejarte llevar por las emociones.
¿Y cómo consigues gestionar toda esa parte emocional y mental?
Me gusta mucho leer y escuchar vídeos de otros peleadores, experiencias de otros deportistas. [Rafa] Nadal, por ejemplo, me gusta mucho leer cosas sobre su mentalidad de seguir trabajando siempre, incluso cuando estás cansado. Ahora mismo no tengo coach psicológico, me sirven de coach los mejores deportistas del mundo contándome cómo lo han conseguido. También he leído y escuchado un montón de entrevistas de [Ilia] Topuria, sobre su mentalidad de verse ganador antes de haber ganado… No todo lo que leo encaja con mi personalidad, pero todo me hace desarrollarme como peleadora.

¿Cómo descubriste las MMA?
De casualidad, un amigo me dijo que fuese a probar grappling, la parte de pelea en el suelo, que se utiliza mucho para defensa personal. Lo probé, me gustó mucho y al lado había una clase de MMA. Me puse a entrenar MMA y, como siempre, me gusta competir, intentar ser la mejor. Primero ser la mejor de este gimnasio, luego de mi comunidad, de España, del mundo… Ahora soy la mejor a nivel amateur, pues ahora quiero hacer mi debut profesional y conseguir todo lo que pueda a nivel profesional.
¿De dónde viene tu mote, The Iron (El Hierro)?
(Risas) Viene porque en enero del año pasado me rompí el peroné y me pusieron una placa de hierro. Bueno, en realidad es de titanio, pero mis compañeros empezaron a bromear con eso de risas porque empecé a entrenar a los cuatro días de que me operasen. Me decían, ‘eres más dura que la placa que te han puesto’. Al final, me quedé con 'The Iron'.

¿Qué te dicen tus familiares y amigos de ser peleadora?
Al principio, mis amigos me decían, ‘qué guay’, pero a mi familia no lo entendían. Mi primera pelea no me fue bien, me estaban viendo mi madre, mi padre y mi abuela, y me partieron la nariz. No les gustó nada, claro. Luego han visto que he seguido entrenando muchísimo, que me apasiona, y que he mejorado y, en general, salgo bien de las peleas. Saben que puede repetirse que me vaya mal, pero les he acostumbrado a salir felices. Me apoyan y lo disfrutan. Mi padre ya se ha hecho fan de las MMA. Tengo una hermana de 19 años que estudia enfermería y psicología y me apoya como una loca. Y mis amigos también lo disfrutan. Mi pareja también es peleador profesional, tiene tres victorias y va por su cuarta pelea, y es un apoyo enorme para mí. Me ayuda a diario en los entrenamientos, con la dieta, etc. Entonces estoy rodeada de mucha gente que me apoya.
Hace años hice kick boxing y los chicos se resistían a hacer sombra y entrenar con las chicas. ¿Has percibido un cierto machismo en los gimnasios de lucha?
Creo que se ha ido reduciendo. Mis compañeros, como me veían tan pequeña pero que curraba como una loca y entrenaba mucho, me ayudaban mucho. Muchas veces ellos perdían su entrenamiento por ponerse con una chica más pequeña, ellos no me pueden pegar con la misma fuerza, pero lo hacían con gusto. Me han ayudado mucho tanto los chicos como las chicas. Me dicen: "pegas como un hombre de 70 kilos". Otro ambiente en el que yo pensaba que podía haber encontrado machismo es en un gimnasio en el que yo doy clases de MMA. Midiendo un metro cincuenta y ocho, siendo una chica y tal, no me imaginaba que me fuesen a respetar tanto como me respetan mis alumnos, que son chicos de veinticinco años de un metro noventa y con ochenta kilos.

El 29 de marzo vas a dar el paso a profesional en WOW 17 en Madrid. Te vas a enfrentar en una pelea muy dura contra Hanna Palmquist, una luchadora profesional de Suecia. ¿Cómo ves a tu rival?
La veo una rival muy dura, pero he cogido la pelea sabiendo que no es un regalo. Sé que voy a tener que sufrir para ganar, pero una victoria contra una rival fuerte tiene mucho más valor. Y quiero que la gente vea que soy capaz de aceptar estos retos. Esta chica también quedó campeona del mundo amateur un año antes que yo, en una categoría de peso por encima. Pero a nivel de peleas tenemos un número muy parecido. Yo tengo más peleas, pero ella ha hecho antes su debut profesional. Entonces sé que es una pelea dura, pero no me considero en absoluto menos favorita que ella. Quiero demostrar a todos que estoy al nivel.
Ella mide 170 cm y tú 158. Sin hacer spoilers, ¿qué estrategia tienes para solventar vuestra diferencia de tamaño?
Me conviene un poco que sea alta, me viene bien. En mi juego, y esto no es spoiler porque todo el que haya visto una pelea mía lo sabrá, siempre acabo derribando y llevando a las rivales al suelo. Y ahí no existe la altura, somos las dos iguales. Y yo intento acabar por encima. Por eso, a mí me conviene que tenga el centro de gravedad más alto, porque le es más difícil estabilizarse. Si hubiese sido en una categoría de peso por encima, no habría aceptado la pelea. Pero al final competimos en peso paja, las dos tenemos que pesar 52,2 kilos. En mi opinión, estamos en igualdad de condiciones.

Nos tienes a todos apoyándote. ¿La conoces a ella, piensas hacerte amiga de ella?
La conozco de un cara a cara que hicimos, pero lo poco que sé de ella es lo que he visto en su Instagram. Y me cae bien, parece maja. Antes de la pelea no vamos a ser amigas, pero la he visto y me parece una chica simpática e interesante. Somos dos personas peleando por un sueño, las dos sabemos que el camino es pegarse pero hemos aceptado y ya está. No pasa nada.
¿Es diferente en MMA femenino y masculino esta manera de relacionarse?
Yo creo que en las MMA, como el enfrentamiento es individual, depende mucho de la persona. Mucha gente hace trash talk, que es hablar mal de su rival en público para desestabilizar psicológicamente al rival y que esté más nervioso. A mí no me sale hablar mal de mis rivales, ni de su familia, a no ser que me haya hecho algo malo personalmente, entonces no me voy a quedar callada. Yo no necesito insultar a una persona para ser superior, lo que necesito es serlo a la hora de competir, haber entrenado mejor, haberme alimentado mejor y tener las ideas más claras. En principio, respeto un montón a todos mis rivales. Y en los chicos veo que pasa parecido, hay de todo. El hate vende mucho, pero los valores también venden un montón. Si ves por ejemplo una entrevista a Ilia Topuria, él difunde muchos valores. Yo no me siento cómoda generando un discurso del odio, y a muchos peleadores que conozco, les pasa igual. En realidad no piensan nada de eso y se hacen amigos de los rivales después, y entrenan juntos.

¿Qué es lo mejor y lo mejorable de ti como peleadora?
Lo mejor, mi determinación, que no me rindo nunca. Me puede ir mal en la pelea, que yo voy a evaluar en plan, qué ha pasado, cómo puedo solucionarlo. La cosa mala es que llevo poquito entrenando, llevo tres años y medio. Entonces, a nivel técnico, aunque yo le he dedicado muchísimas horas y me considero muy completa, me falta un despliegue técnico más amplio. Entonces, creo que he sabido ver para mi físico qué cosas necesitaba perfeccionar al máximo y trabajar esas muchísimo para usarlas.
Eres muy perfeccionista, ¿verdad?
Sí, mucho.

¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de las peleas?
Lo que más, cuando estoy peleando. El momento de intercambio de sensaciones, la adrenalina, el respeto que hay entre las dos rivales, pero a la vez la intención que hay de ganar por parte de las dos. Al final somos siempre dos personas que luchan por un sueño dentro de una jaula. Y lo que menos me gusta es la resaca emocional que te deja después del combate, hayas ganado o no.
Hasta ahora, de estos tres años, ¿cuál sería tu momento mítico?
La final de los campeonatos del mundo, no me esperaba que me fuese a marcar tanto, pero lo hizo muchísimo. Cuando gané, estaba medio tranquila. Luego me subieron al podio, sonó el himno de España, y no me imaginaba que me fuese a emocionar. Acabé llorando sin parar.
¿Llegar a la UFC, la mayor promotora del mundo de MMA, es tu sueño?
Sí, es mi meta porque es lo máximo en MMA ahora mismo, donde están los mejores peleadores. Luego igual si hay algún peleador muy bueno está en otra promotora distinta, pero si preguntas a cualquier persona, la UFC es lo mejor. Y si no llego, no será porque no me he puesto el objetivo de conseguir lo máximo de mí. Y cuando lo logre, pues mi objetivo cambiará y será ser campeona de la UFC.
Eres biomédica, bióloga y peleadora. Preparas tu cuerpo para ser fuerte y flexible, para esquivar y no recibir demasiados golpes. Pero sabes que puedes llegar a tener una conmoción cerebral. ¿Cuál es tu plan? ¿Cómo gestionas ese riesgo?
Esa es una realidad que siempre va a estar ahí. Pero entiendes que al final todo tiene riesgos. Al pasear por la calle te puede caer algo en la cabeza o al coger el coche puedes tener un accidente. Es verdad que en este deporte en concreto hay golpeo a la cabeza. Hay muchos estudios, sobre todo hechos en el boxeo, de que muestran que puedes tener conmociones cerebrales, puedes perder un poquito de neuronas, etcétera. También te digo que eso pasa más en el boxeo que en las MMA, porque son diferentes.
¿Qué diferencia hay entre el boxeo y las MMA, y cómo afecta a los riesgos?
En las MMA, como pegas con guantes más pequeños, sueles recibir menos cantidad de golpes pero más fuertes, porque si recibes muchos te van a noquear. Para el cerebro es mejor recibir pocos golpes fuertes, que muchos golpes más flojitos. Se han hecho estudios, se han comparado y al final cuando te noquean y te quedas inconsciente, visualmente es muy impactante, pero a nivel de conmoción cerebral no es tan arriesgado como el recibir muchos golpes. El golpeo repetitivo que se da en el boxeo es lo peor para la cabeza. Dicho esto, pues sí, es un problema, pero al final me gusta tanto el deporte que lo asumo. El deporte de competición y alto rendimiento, en general, no es saludable.
Para el cerebro es mejor recibir pocos golpes fuertes, que muchos golpes más flojitos
¿Cuáles son tus hobbies?
Aparte del deporte, me encanta ir al campo y hacer excursiones por la naturaleza. Aparte, con las peleas lo de las subidas y bajadas de peso, nos genera un poquito de ansiedad. Y a mí me gusta mucho comer.
¿Qué comidas favoritas tienes?
Me gustan mucho las hamburguesas, la paella, el cocido madrileño… Me gusta mucho cocinar, se me dan bien los platos salados. La paella, el cocido y la pasta con salsa carbonara me salen muy bien. Te he dicho todos mis patos favoritos, eso es porque tengo hambre (risas).
¿Te maquillas?
Claro, me gusta mantener mi parte femenina. Cuando acabemos esta entrevista, voy a hacerme la manicura y la pedicura. Antes de las peleas siempre me encanta arreglarme las uñas. Al final, me paso todo el día sudada, rodeada de hombres en un gimnasio y con los pelos así [señala su coleta]. Así que cuando puedo arreglarme, me gusta hacerlo. También intento llevar una rutina diaria para cuidarme la piel porque el ejercicio causa estrés oxidativo. Me limpio la cara por la mañana y por la noche, me pongo mis cremitas… Tengo unos sponsors, Natural Full Beauty, que han desarrollado una línea de belleza para mujeres deportistas. Y tienen de todo, hasta un serum que te da un poquito de color. No manchan, se absorben muy deprisa y me protegen.
Aparte de eso, ¿cómo te cuidas?
Me gusta cuidar mucho la dieta, fuera de peleas también, aunque siempre dejo un día a la semana en el que puedo comer lo que quiera. También respeto mucho mi descanso, el sueño es súper importante. Y cuido mi cabeza, me gusta leer mucho de todo, de ciencia, de políticas, novelas, o de cosas que no conozco.

¿Y cómo es un día de tu vida normal?
Me suelo levantar a las ocho y media para dar alguna clase de MMA, privada o de grupos. Luego voy al preparador físico sobre las once y media o doce. De ahí voy a casa, como e intento echarme una siesta. Después voy a mi siguiente entrenamiento, que suele ser un poco más cortito, hago boxeo una hora, vuelvo a casa, y medito, leo, estudio, o lo que sea. Y luego ya a las seis voy a mi último entrenamiento que dura dos horas y media, este es el más largo. Y ya vuelvo a casa, ceno.
¿Por qué animarías a la gente a ir este sábado a verte?
Primero para que vean que las MMA femeninas son igual de interesantes que las masculinas y que van a ver un ‘peleón’, creo que es de lo mejor que ha habido en España a nivel femenino, y voy a estar acompañada en la cartelera de una cantidad enorme de ‘peleones’ impresionantes. Y les animaría a venir para conocer bien este deporte, ver cómo es el ambiente y quitarse los prejuicios que pueda haber. Pero, sobre todo, porque estoy segura que lo van a disfrutar muchísimo. Y para que me apoyen y me vean ganar en mi debut profesional.
Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail