La reina Sofía incluye en su dieta una verdura que pronto estará de temporada: rica en antioxidantes y fibra

La alcachofa, un alimento que ha capturado el corazón de muchos, incluyendo a la reina emérita de España, la reina Sofía, es un tesoro culinario que merece ser conocido y celebrado. Este vegetal, que se ha convertido en un símbolo de elegancia en la cocina mediterránea que tan presente está en los restaurantes de moda, como al que ha acudido recientemente su nieta, Victoria Federica. No solo es delicioso, sino que también está cargado de propiedades nutricionales que ofrecen numerosos beneficios para la salud.  

Verdura muy pedida por la reina Sofía

La alcachofa, originaria del Mediterráneo, siempre ha sido apreciada por su sabor y propiedades medicinales. En la antigüedad, griegos y romanos ya la consideraban un manjar, y en la Edad Media se cultivaba en los jardines de la nobleza europea, especialmente en Italia y Francia. Durante muchos siglos, su consumo se reservó para la realeza y las clases altas, consolidándose como un símbolo de estatus. Aunque hoy en día es un alimento accesible, su relación histórica con la nobleza sigue intacta, lo que podría explicar por qué es uno de los favoritos de la reina emérita de España. En su caso, y aunque pocas veces ha hablado de su dieta en público, sí que sabemos que esta verdura la pide mucho ya que suele pedirla bastante, como hizo este verano en el restaurante 'El Mercao' en Teruel o la pasada Semana Santa en 'Casa Ciriaco' en Madrid, donde pidió platos a base de alcachofas, según han recogido medios como Mujer Hoy o 20 minutos.

Históricamente, la alcachofa se consumía de diversas maneras. En la Antigüedad, las hojas eran cocidas y servidas con salsas de hierbas o aceite de oliva. Con el paso del tiempo, la forma de prepararla ha evolucionado. Hoy en día, la alcachofa se disfruta de múltiples maneras: asada, hervida, al vapor, en ensaladas o incluso como ingrediente en platos de pasta. La forma más común de consumirla actualmente es en forma de alcachofas al horno, rellenas o como parte de guisos. Además, la alcachofa se ha popularizado en el mundo de la gastronomía como un ingrediente estrella en platos vegetarianos y veganos, gracias a su versatilidad y sabor único. 

Propiedades y beneficios 

La alcachofa es un alimento bajo en calorías pero rico en nutrientes. Contiene una gran cantidad de fibra, lo que la convierte en un aliado ideal para la salud digestiva. Esta fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y puede contribuir a la sensación de saciedad, lo que es beneficioso para quienes buscan mantener un peso saludable. 

Entre sus componentes nutricionales, la alcachofa destaca por su contenido de vitaminas y minerales, como la vitamina C, vitamina K, ácido fólico, magnesio, y potasio. La vitamina C es conocida por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico, mientras que la vitamina K es esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea. t

Además, la alcachofa es rica en antioxidantes, como la cinarina, que ayudan a proteger las células del daño oxidativo y pueden contribuir a la salud del hígado. Varios estudios han sugerido que el consumo de alcachofas puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular, ayudando a reducir el colesterol LDL y promoviendo la salud del corazón . 

Temporada y dónde encontrarla 

La temporada de alcachofas en España suele ser de noviembre a abril, siendo los meses de febrero y marzo los mejores para disfrutarlas en su punto óptimo. Durante esta época, se pueden encontrar alcachofas frescas en mercados locales y supermercados, y es recomendable elegir aquellas que tengan un color verde brillante, hojas firmes y que al presionarlas suenen, lo que indica frescura. 

La alcachofa también se encuentra en conservas y productos congelados durante todo el año, lo que facilita su uso en la dieta en cualquier momento. Sin embargo, siempre que sea posible, es preferible optar por alcachofas frescas para disfrutar de su máximo sabor y beneficios. 

2 recetas fáciles con alcachofa 

  1. Alcachofas asadas con ajo y limón 
  • Ingredientes: 4 alcachofas, 3 dientes de ajo, 1 limón, aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Precalienta el horno a 200°C. Limpia las alcachofas, cortando las puntas y retirando las hojas exteriores más duras. Corta el limón por la mitad y exprime el jugo sobre las alcachofas para evitar que se oxiden. En una fuente para horno, coloca las alcachofas y añade los dientes de ajo picados, un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta. Hornea durante 30-35 minutos o hasta que estén tiernas y doradas. Sirve calientes como un aperitivo o acompañamiento. 
  1. Ensalada de alcachofa y garbanzos 
  • Ingredientes: 2 alcachofas cocidas (puedes usar de conserva), 1 lata de garbanzos, 1 tomate, 1 pepino, cebolla roja al gusto, perejil, aceite de oliva, vinagre balsámico, sal y pimienta. En un bol, mezcla los garbanzos escurridos, las alcachofas cortadas en cuartos, el tomate y el pepino en cubos, y la cebolla roja picada. Agrega perejil fresco al gusto. Aliña con aceite de oliva, vinagre balsámico, sal y pimienta. Esta ensalada es refrescante y rica en proteínas, ideal para un almuerzo ligero. 

La alcachofa es un alimento lleno de historia, sabor y beneficios nutricionales. Su popularidad entre la realeza y la gente común no es sorprendente, dada su versatilidad y las múltiples propiedades que aporta a nuestra salud. Al incluirla en nuestra dieta, no solo estamos disfrutando de un manjar delicioso, sino que también estamos cuidando de nuestro bienestar. La alcachofa merece un lugar destacado en nuestras mesas, especialmente durante su temporada, donde podemos disfrutarla fresca y en toda su gloria.