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7 señales inequívocas que indican que es hora de romper una amistad

Para mantener una buena amistad es imprescindible cuidarla pero, aunque toda relación pase por altibajos, no siempre debemos esforzarnos por salvarla. Según expertos en psicología, hay señales que indican que es hora de romper una amistad. A veces se trata de amistades recientes, pero en otras ocasiones los lazos que nos unen con otra persona son de mucho tiempo.

En cualquier caso, cortar una relación siempre es difícil, sobre todo porque no está tan aceptado que las amistades puedan romperse, al contrario de lo que ocurre con las parejas. Lo cierto es que hay personas cercanas que, en algún momento, nos hacen sentir que le restan a nuestra vida, en lugar de aportarle cosas buenas. Y los amigos deben ser aquellos que nos hagan sentir bien y que nos ayuden a mostrar nuestro lado más auténtico. ¿Dudas de alguna de tus amistades? Si es así, presta atención a estos indicadores

La amistad no es recíproca

No se trata de llevar la cuenta de cuánto aporta cada uno a la relación de amistad, ya que debe surgir de manera natural, pero no unilateral. Es decir, si tú eres la única que te preocupas por pasar tiempo con la otra persona, o si esta solo aparece cuando tiene problemas o necesita ayuda, puede decirse que no es tu amiga en realidad. Por lo tanto, deberías alejarte de ella. 

No respeta tu privacidad

Los amigos son personas en quienes confiamos y a los que contamos intimidades y secretos. Aunque no se diga de manera explícita, se sobreentiende que no se debe contar ese tipo de cosas a otras personas. En este punto puede haber deslices, pero cuando le confías algo a un amigo y le pides que no se le cuente a nadie, no hay excusa para que no sea así.

Puede que si solo pasa una vez, aunque te moleste, no rompas la amistad, pero sí deberías tomarlo como una señal de alerta. Luego hay asuntos más graves en los que se traiciona la confianza y que no merecen una segunda oportunidad, como intentar conquistar a tu pareja, hablar mal de ti a tus espaldas o quitarte dinero o cualquier otra cosa material. Puede sonar exagerado, pero lo cierto es que en ocasiones ocurre con personas que se hacen llamar amigos nuestros.

Siempre tiene una actitud negativa

Todos pasamos por malas rachas y no hay nada como un buen amigo que escuche nuestras penas y nos sirva de consuelo. Pero si una persona siempre se está quejando de su vida y muestra constantemente una actitud negativa, termina por ser una carga que nos roba la energía. Es estupendo (y necesario) ser amable y empático con lo que le ocurre a quienes nos rodean, pero nunca puede ser a costa de tu bienestar. Una cosa es esforzarnos porque el otro se sienta bien, y otra muy diferente acabar afectados porque tenemos al lado a alguien que siempre lo ve todo negro. Puede que no sea necesario romper la amistad, pero sí lo es poner distancia y no verse tan a menudo. 

No acepta un “no”

Por mucho que te guste pasar tiempo con tus amigos, en ocasiones habrá planes que no te apetezcan o, sencillamente, necesitas tiempo para ti. Y eso es algo que tu círculo de confianza debe entender. Si tienes un amigo que se enfada o molesta cuando recibe un “no” por tu parte para hacer algo, desde luego no es un buen amigo. Alguien que sí lo es entiende que no hay por qué coincidir en todo y que puedes necesitar tu propio espacio. 

Os habéis distanciado

A veces, los amigos se alejan, ya sea porque se tiene menos cosas en común o porque las circunstancias de la vida han cambiado. Si ya tienes poco o nada de qué hablar cuando os veis, puede ser un signo de que vuestra amistad, tal y como la conocías, está llegando a su fin. En este caso no hay que romper la relación, sino buscar qué nuevos puntos en común puede haber para mantener el vínculo o distanciar aún más los encuentros. 

No afronta las conversaciones

Ninguna relación es perfecta y siempre puede haber malentendidos o cosas que nos molesten del otro. La comunicación y la sinceridad es esencial para mantener una buena amistad, por lo que debes tener la confianza con la otra persona para poder conversar sobre temas que, aunque puedan resultar incómodos, es necesario exponer. Si no está dispuesta a escuchar o huye cuando las cosas no resultan fáciles, desde luego no es una amistad verdadera. 

Hiere tus sentimientos

Bajo la máscara de la amistad hay personas que resultan hirientes y menosprecian a los que tienen a su alrededor, ya sea con burlas, comentarios o acciones despectivas. Es importante detectar si esto te ocurre con algún amigo o si, después de verle, te sientes mal o con el ánimo decaído. Los amigos deben hacernos sentir bien, no lo contrario, porque si no es así es fundamental cortar los lazos que nos unen.

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