Diego Melero Villalón, el bebé de Lucía y Gonzalo, nació el pasado 29 de agosto y tuvo que ser operado de urgencia. Durante el embarazo le diagnosticaron gastrosquisis, un defecto de nacimiento que aparece en la pared abdominal. Cuando esto ocurre no se cierra bien y los intestinos del bebé se salen del cuerpo, por eso ha tenido que ser intervenido hasta en dos ocasiones desde que nació. Cuando parecía que finalmente todo iba bien y se habían mudado a Almería por el nuevo reto profesional del futbolista, el bebé de la pareja ha sufrido un nuevo contratiempo de salud y está ingresado en el hospital.
La periodista ha contado a través de sus redes sociales que han tenido "un susto el fin de semana" y que el primer gol de Gonzalo en el Almería, su nuevo equipo de fútbol, lo han tenido que ver "desde el hospital". "Baches en el camino, como nos dice mi madre", comenzaba explicando. La pareja, después de dos operaciones a su bebé en tal solo dos meses, pensaba que "la pesadilla se había terminado", pero no ha sido así. "Nadie dijo que sería fácil. Como siempre digo, siempre pasan cosas, y cosas nos han pasado, muchas. Lo importante es que ya está mejor, ya ha empezado a comer de nuevo y parece que su intestino está mejor", ha contado.
Hace casi dos meses que nació Diego y, como dice su madre, llegó "luchando y así sigue". Durante este tiempo, la pareja lo ha pasado "muy mal" por la salud de su hijo y les da "penita" verle así. "Qué cruel me parece todo, se me rompe el corazón, ¡qué injusto!", ha dicho a través de sus redes sociales. Lo más importante para la periodista y para el futbolista es que su hijo es "un fenómeno" y siguen adelante.
A lo largo de estos dos meses, tal y como ha contado la periodista, el bebé se ha sometido a dos operaciones para conseguir meter los intestinos en su cuerpo. Cuando le extubaron después de la operación, la cosa "no salió bien" y el bebé no podía respirar porque tenía "un edema en la glotis". Aunque en aquel momento le explicaron que este tipo de situaciones "suceden muchas veces" en una UCI de neonatos, la preocupación fue grande para los padres. La solución fue volver a intubarle y darle corticoides para bajar la inflamación, "una piedra en el camino" que Lucía Villalón no va a olvidar "jamás". "Por primera vez sentí miedo de perder a mi hijo, y no hay nada más espantoso que eso", dijo en aquel momento.