Las embarazadas tienen que tener especial cuidado con todo lo que consumen. Es por eso que habrá algunos alimentos que no estarán recomendados para esos meses de gestación y, por eso, la mejor solución será saber bien cuáles son aquellos que no habrá que consumir. Sí que es cierto que habrá algunas veces en las que las mujeres embarazadas tendrán algún que otro antojo, pero, ¿son sanos?
Es muy frecuente que los llamados antojos de las mujeres embarazadas se reflejen en las ganas de comer algo dulce, entre lo que pueden estar las chucherías y, más concretamente, los regalices. Pero, ¿podrán tomar las mujeres en estado de gestación este tipo de dulces?
En los últimos tiempos se han publicado distintos estudios que no son nada esperanzadores respecto a su ingesta. Así, investigadores de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, ha comprobado que el consumo elevado de regaliz, durante la gestación, podría alterar el desarrollo cerebral del feto. Además, también podrá aumentar el riesgo de problemas cognitivos y de conducta de la infancia.
El regaliz tiene un principal componente que es la glicirricina, que tiene propiedades antiácidas y antiinflamatorias de la mucosa gástrica. Esto ayudará a aliviar la pesadez estomacal, las flatulencias y las malas digestiones. En cambio, las investigaciones de la revista American Journal of Epidemology ha comparado los datos de 378 adolescentes de 13 años y los resultados son bastante claros.
Aquellos cuyas madres tomaron regaliz en exceso durante el embarazo, tienen hasta siete puntos menos en su coeficiente intelectual. Además, les costará más realizar algunas de las pruebas cognitivas. También, su memoria es peor y sufren el riesgo de desarrollar trastornos por déficit de atención e hiperactividad. En el caso de las niñas, también sucede que se adelante la pubertad.
Por tanto, se considera que el regaliz contribuirá a una alimentación insuficiente o inadecuada durante la gestación. Además, alterará la evolución del feto. Esto podrá causar una mayor predisposición a la diabetes, la obesidad y los trastornos metabólicos. Con esto, lo mejor ante un antojo de algo dulce será siempre primar la fruta u otros alimentos con buenos ingredientes tanto para la madre como para el bebé.