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Aunque parezca algo sencillo, lo cierto es que quedarse embarazada es un proceso complicado. La infertilidad, tanto en hombres como mujeres, es más habitual de lo que pensamos. En el caso de las mujeres, puede darse de manera temporal o deberse a causas reversibles, aunque también puede darse de manera permanente. Si estás intentando quedarte embarazada y no lo logras, lo primero que debes hacer es consultar con tu médico, ya que es el más indicado para determinar a qué puede deberse. Aunque las causas pueden ser muchas, aquí tienes los principales motivos por lo que igual no puedes quedarte embarazada.
Esta es la principal causa de infertilidad en las mujeres y puede tener distintas causas. Una muy común es la edad, ya que la reserva ovárica disminuye con el paso de los años y es completamente natural. Padecer una enfermedad tiroidea también reduce las posibilidades de embarazo ya que afecta a la cantidad de hormonas que produce el cuerpo. Los factores ambientales también pueden afectar, al igual que el estilo de vida, ya que el sedentarismo, el tabaquismo y el alcohol no ayudan a la hora de conseguir un embarazo.
Las infecciones no tratadas son otra de las causas más comunes de infertilidad, tanto en hombres como en mujeres. La clamidia y la gonorrea son enfermedades que, a su vez, pueden causar otras, como la enfermedad inflamatoria pelviana. Cuando hay infecciones en el cuello del útero, o tratamiento quirúrgico para tratar afecciones del útero, como el virus del papiloma humano, se reduce la cantidad y la calidad del moco cervical. Y esto puede reducir las posibilidades de embarazo.
Cada vez más diagnosticada, la endometriosis se produce cuando las células que recubren el útero se encuentran fuera de él. Se estima que hasta el 50% de mujeres que padecen endometriosis son infértiles, aunque aún no se sabe con certeza cuál es la causa. Se barajan motivos como que la endometriosis altere la estructura de los órganos reproductivos o que se produzcan cambios químicos que impidan que la mujer quede embarazada.
El síndrome de ovarios poliquísticos es otra de las causas más habituales de infertilidad femenina. Es una afección por la cual los ovarios producen más cantidad de la que deberían de un tipo de hormona llamada andrógenos. Esta hormona interfiere con el desarrollo de los folículos ováricos y con la liberación de óvulos en el momento de la ovulación. Esto puede provocar quistes en los ovarios y dificultar el embarazo.
Es frecuente que en el útero se formen fibromas o miomas, que son pólipos o tumores benignos. Pueden llegar a bloquear las trompas de Falopio o interferir en la implantación del óvulo, impidiendo el embarazo. En otras ocasiones el útero puede presentar problemas desde el nacimiento, como malformaciones hereditarias, que no permitan que los espermatozoides recorran el cuello del útero para llegar a este.
A veces no es posible encontrar una única causa que determine por qué una mujer no consigue quedarse embarazada. En algunos casos puede tratarse de una combinación de factores en la pareja que den como resultado una infertilidad cuyo motivo no pueda determinarse y, por lo tanto, tampoco tratarse.