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Por mucho que hayamos forjado una vida en común con otra persona y que hayamos formado una familia con ella, la realidad es que nada garantiza que esa unión vaya a ser para siempre. Y cuando se toma la decisión de separarse, además del duelo personal, hay que apoyar a los niños para que puedan lidiar con la noticia y la nueva situación que se genera. La comunicación, el respeto y el amor son esenciales para ayudar a los hijos a superar la separación de sus padres, y con estos consejos ese proceso será más sencillo para todos, reduciendo el dolor y el impacto negativo que pueda tener en sus vidas.
Contarle a los hijos que os vais a separar no es fácil, pero es inevitable. Lo más importante es que lo hagáis juntos y con un discurso común que habréis acordado previamente Debéis transmitirles que se trata de una decisión de ambos, que van a seguir siendo lo más importante de vuestra vida y que ellos no tienen la culpa de nada. Es muy habitual que los hijos se sientan responsables de la separación de sus padres y hay que desterrar esa idea de su cabeza desde el primer momento.
Esta es una regla de oro para facilitar a los niños la separación. Si ya es duro aceptar que tus padres se separan, verles discutir y hablarse de manera inapropiada solo hace que aumentar su dolor y su angustia. Es difícil que una ruptura se produzca sin discusiones, pero es vuestra responsabilidad que se produzcan en privado y que nunca sean presenciadas por los niños.
Puede que no seas capaz de pensar en tu ex pareja sin enfadarte, o que haga cosas que desaten tu ira. Las separaciones son duras y el enfado hacia el otro puede estar presente más tiempo del que nos gustaría. Pero eso no justifica que le critiquemos estando con los niños ni los utilicemos para ponerlos en su contra. Esto provoca daños emocionales muy serios en el menor y se debe evitar a toda costa.
Al separaros es imprescindible establecer qué tiempo va a pasar cada uno de los progenitores con los hijos. Independientemente de que hagáis algunos cambios puntuales en determinadas ocasiones, esos tiempos deben cumplirse a rajatabla. Si se respetan por ambas partes los horarios establecidos hay menos riesgo de que se produzcan discusiones. Además, ayuda a los niños a adaptarse antes a los cambios que se han producido.
La sinceridad es clave para afrontar la separación. Tus hijos van a sentirse tristes, enfadados y perdidos, y no deben caminar solos por estas emociones. Habla con ellos, recuérdales que tienen libertad para expresar cómo se sienten, y no dudes en preguntarles cómo están, sobre todo cuando notes cambios negativos en su actitud.
Si vuestra relación tras la separación lo permite, es muy saludable para los niños ver que los padres son capaces de estar juntos por motivos especiales, como los cumpleaños o las fiestas del colegio. La amabilidad, la educación y el respeto son algo que van a agradecer en el presente y que les ayudará a afrontar con seguridad su futuro.