Las causas de la plagiocefalia, una deformidad cada vez más frecuente de la cabeza de los bebés

Los bebés pueden sufrir algunas complicaciones a la hora del parto. Es por eso que cualquier contratiempo que pueda surgir llega a asustar a los padres. Aunque eso sí, debemos saber que nos podemos encontrar con algunos ‘problemas’, que se saldrán de la normalidad, pero que no serán especialmente preocupantes. Por ejemplo, como sucede con la plagiocefalia postural. 

Qué es la plagiocefalia

Se trata de una anomalía craneofacial y que consiste en el aplanamiento de una zona de la cabeza, como puede ser el aplanamiento del occipucio del niño, produciendo una asimetría facial. Es cierto que, en un primer momento, puede ser chocante, sobre todo a nivel visual, peo hay que saber que no afectará al desarrollo intelectual del pequeño. Aunque deberemos corregirlo y para ello el pequeño deberá realizar cambios posicionales y ejercicios de estiramiento del cuello.

Esas deformidades craneales suelen corregirse solas en las primeras seis u ocho semanas de vida. Si no se resuelve o se mejora con los cambios posicionales y con ejercicios de estiramientos del cuello, se podrá plantear un tratamiento concreto.

Por qué se produce

Este problema se debe a presiones externas sobre el cráneo, ya sea dentro del útero, en el momento del parto, debido a una larga estancia en la incubadora o por la postura del niño al dormir. También puede darse por una tortícolis muscular congénita, que hará que el niño se apoye siempre sobre la misma zona de la cabeza. 

Cómo se trata

Para el diagnóstico de la plagiocefalia se deberá acudir al médico. Será él quien realice un escáner, donde tomará las medidas necesarias para saber si hay un problema real con la forma de la cabeza o no. Para tratarlo más allá de los cambios posturales y los estiramientos de cuello, se le pondrá un casco especial de remodelado del cráneo, que se fabricará a medida y que intentará corregir estas deformaciones. 

El casco no limitará el crecimiento del cráneo, pero sí que lo dirigirá hacia las partes donde se ha producido la deformación, buscando una simetría en la cabeza. Será el médico especialista el encargado de hacer un seguimiento de cómo evoluciona el cráneo.