No ha sido un fin de semana fácil en casa de la influencer Violeta Mangriñán. Hace un par de días, la valenciana explicaba a través de sus redes sociales que Gala, su primera hija en común con el cantante Fabio Colloricchio, llevaba varios días con una "fiebre muy alta". Al ver que esta no remitía, la pareja acudió por primera vez al hospital con su pequeña para descartar si lo que le provocaba ese malestar era que le están creciendo los dientes. El pediatra les informó de que esto no provoca esas temperaturas tan altas y, tras un análisis, les informaron que la pequeña padece infección de orina, lo que le estaría generando esa fiebre de más de 39ºC.
"En principio se iba a quedar ingresada dos días en el hospital con antibiótico en vena, pero finalmente nos han dejado volver a casa y le daremos el antibiótico en casa", explicó la influencer una vez regresaron a su nuevo hogar. Sin embargo, tras pasar una noche en la que la pequeña ha seguido con mucho malestar, sus padres han decidido volver a acudir al médico. "Anoche Gala estuvo una hora llorando como con retortijones y no se podía dormir, ahora al irme justo se ha despertado de nuevo", informaba Violeta a primera hora de la mañana.
Como siempre, Violeta se ha valido de sus 'stories' para contar que es lo qué le está sucediendo a Gala, y en esta ocasión, lo ha hecho para actualizar sobre cómo avanza el estado de salud de su hija. Tras haber pasado la última noche en vilo por las molestias que sufre la pequeña, ha confesado que tiene miedo de que la infección "esté yendo a más" o de que algo no vaya del todo bien.
Desde que nació Gala, Violeta nunca había tenido que acudir al médico con ella más allá de por un pequeño brote que le salió en el rostro hace unos meses. Y es por ello por lo que la influencer no ha podido evitar que su preocupación vaya a más al ver que su hija no mejora. Además, la enfermedad de Gala ha coincidido con que la joven ha tenido que viajar a Madrid por trabajo, algo que le inquieta aún más al no poder estar cerca de su niña en este momento tan delicado. Sin embargo, Violeta ha querido aclarar que, si los médicos recomiendan ingresar a Gala, "no dudéis ni por un segundo que así será y yo me volveré de Madrid pitando".
En este tipo de ocasiones en los que la influencer tiene que ocuparse de algún asunto laboral, Violeta no puede evitar sentirse culpable por dejar a su hija. La joven ha confesado que está teniendo ciertos problemas para conciliar su trabajo y su maternidad, no por falta de tiempo o por imposiciones laborales, más bien porque no es capaz de delegar las responsabilidades que tiene con la pequeña en otras personas, ya sean el padre de la niña o algún otro familiar. La joven cree que como ella cuida a su hija o como se preocupa por sus cosas, nadie más podrá hacerlo.
Esta no es la primera vez que Violeta señala en sus redes la culpabilidad que siente al dejar a Gala, sin embargo, al encontrarse la pequeña enferma, este sentimiento le ha invadido aún con más fuerza. No obstante, en esta ocasión Fabio y su suegra se encuentran al lado de la pequeña, lo que consigue tranquilizarla un poco ya que, si los médicos les informan de que algo no va bien en la evolución de Gala, la joven pondrá rumbo a Valencia sin dudarlo.