El pasado 14 de junio, diez minutos después de las doce de la noche, nació Laia, la primera hija de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz. Desde ese momento poco hemos sabido de la presentadora, que está totalmente volcada en una maternidad que está siendo "salvaje y bonita" a partes iguales. Sin embargo, cada vez que tiene un rato libre aprovecha para dar algunas pinceladas sobre cómo le ha cambiado la vida o lo dura que está siendo la lactancia materna, lo que le ha llevado a sentir "miedo, dolor, lágrimas y dudas".
Ahora que "psicológicamente" se encuentra "mejor", Cristina Pedroche ha querido contar con todo detalle cómo vivió el parto. "Si no lo he hecho antes es porque ha sido tan salvaje y bonito que no quería que el odio que sé que vendrá cuando conteste algunas cosas me pudiera afectar", ha comenzado diciendo sobre su ausencia en redes sociales y los motivos que la han llevaod a ello.
La presentadora tuvo un parto "vaginal y natural". Es consciente de que, si hubiera sido cesárea, no habría podido estar "así de bien de pie" tres horas después del parto. La mujer de Dabiz Muñoz ha compartido en redes sociales una imagen suya justo después de dar a luz y se la puede ver con un empapador aún en el hospital. "Lo que llevo es un empapador porque en las horas posteriores sangraba bastante. A día de hoy ya sangro muy poco, pero hay mujeres que se tiran sangrando toda la cuarentena", ha explicado.
Pedroche llevaba una semana y media "con dinámica de parto, con pródomos, pero nada de dolor" y eso le estaba haciendo borrar el cuello del útero y empezar con la dilatación. El día 13 de julio a las 4 de la mañana empezaron las contracciónes "con intensidad", pero todavía no eran regulares. "Así que estuve en la cama tumbada y concentrada en la respiración cada vez que venía una ola uterina más intensa. Fui cambiando de posición según me iba pidiendo mi cuerpo. Desde las 8 de la mañana ya estuve hablando con mi matrona Ana Hernández y me recomendó meterme la pelota de pilates en al ducha y la verdad que me alivió bastante", recuerda sobre las horas antes de dar a luz.
Ese mismo día se metió en la piscina y estuvo hasta las 20 de la tarde. Su matrona y la ginecóloga iban supervisando el proceso y el agua, en sus propias palabras, le ayudó a sentirse "menos pesada". "Entre una y otra me relajaba muchísimo, incluso pude comer. A las 21 horas ingresé de casi 5cm en el Hospital HM Montepríncipe y Laia nació a las 00:10 del 14 de julio", ha contado sobre el parto de su primera hija.
Una de las preguntas más repetidas ha sido su recurrió a la epidural. La presentadora ha contado que no, que estuvo "muy tranquila" y no se acordó de ella. Durante los meses de embarazó se formó en el hipnoparto y le enseñaron "muchísimo trucos" para gestionar el dolor. "Me construí mi propia escalera para ir eligiendo una cosa y otra según fueran aumentando la intensidad de las olas uterinas, y la epidural estaba la última de mi lista. No me tuvieron que poner ninguna medicación, ni tuve desgarro, un pequeño punto que ya se ha reabsorvido. La respiración fue mi gran aliada", ha contado.