La importancia de la rutina del sueño en los niños durante las vacaciones: así puedes mantenerla

Las vacaciones suponen una alteración de los horarios y rutinas que llevamos el resto del año, tanto para los adultos como para los niños. Aunque es saludable relajar los ritmos en esta época del año, los más pequeños necesitan mantener ciertas pautas en su día a día, como dormir un número determinado de horas al día para garantizar su descanso y bienestar.

Es cierto que en verano puede parecer complicado llevarles a la cama cuando estamos inmersos en actividades de ocio y las horas de luz aumentan con respecto al invierno. Por eso te contamos cómo mantener la rutina del sueño en los niños durante las vacaciones, para que puedan disfrutar de un buen estado físico y emocional este verano. 

Actividad física durante el día

La inactividad dificulta el descanso, mientras que mantener un buen ritmo de actividad física ayuda a llegar a la noche con sueño y dispuestos a obtener un descanso reparador. El verano es perfecto para que tus hijos se muevan y se bañen en el mar o la piscina, jueguen al aire libre, monten en bicicleta o den largos paseos en familia. 

Relajación antes de ir a dormir

Del mismo modo que es importante mantener un buen nivel de actividad durante el día, cuando llega la noche hay que favorecer la relajación. Procura que una hora antes de ir a la cama el ambiente sea relajado, evitando el uso de pantallas y siguiendo las rutinas que les preparan para dormir, como un baño, leer o contarles un cuento, etc. 

Un ambiente que favorezca el descanso

Para que el cerebro se prepare para dormir y tener un buen descanso necesita unas condiciones óptimas. Asegúrate de que la habitación en la que duermen tus hijos está bien ventilada, aislada lo más posible de ruidos externos y con las persianas bajadas para que la luz no les distraiga. 

Las siestas en verano

Llegar muy cansado a la cama no favorece el descanso. Cuando hay mucha actividad durante el día, por ejemplo, si hemos estado en la playa, bañándonos y jugando, es necesario que los más pequeños hagan una parada en la mitad del día para una siesta. 

No modifiques en exceso los horarios

Sabemos que habrá días excepcionales donde todos los horarios establecidos saltan por los aires. Pero debes ser eso, excepciones. Si tus hijos en invierno se acuestan a las 9 de la noche, procura que en verano no se acuesten más tarde de las 11. Deben tener claro que, aunque estén de vacaciones, hay ciertas rutinas que es necesario mantener para garantizar su bienestar.