La vuelta al cole es un momento complicado para muchas familias ya que el gasto del material escolar resulta desbordante: libros de texto, cuadernos, uniformes, calzado, mochilas… La lista puede hacerse interminable, por lo que resulta esencial planificar y poner es práctica trucos para ahorrar en el material escolar de nuestros hijos sin que eso impida que empiecen el curso perfectamente equipados.
No se puede sacar el dinero de debajo de las piedras, así que antes de empezar a hacer compras sin control es esencial que hagas un presupuesto y sepas de cuánto dinero dispones para hacer frente al comienzo del curso escolar.
En septiembre las tiendas de ropa infantil, las papelerías y comercios especializados resultan más atractivas que nunca y todo lo que vemos en ellas parece necesario. Pero no es así, así que no salgas a comprar sin haber hecho una lista de lo que realmente le hace falta a tus hijos.
Estrenar por estrenar, no tiene sentido. Revisa todo el material escolar que hay en casa del curso pasado porque es muy posible que haya cuadernos sin entrenar, bolis y estuches en perfecto estado o ropa que todavía puede durarles unos meses más.
Los centros educativos suelen pasar un listado con el material que necesitan nuestros hijos para comenzar el curso, pero eso no significa que vayan a utilizar todo el primer día. Revisa ese listado para ver qué compras pueden esperar a septiembre o pregunta en el centro si hay algún tipo de libro o material que no vaya a ser utilizado de manera inmediata. Así podrás repartir el gasto en varios meses.
Muchos centros cuentan con programas de reutilización de libros de texto, que permiten que tú dones los libros del curso pasado y, a cambio, dispongas de los libros del nuevo curso de manera gratuita, con el gran ahorro que eso supone. También hay plataformas de segunda mano en la que puedes encontrar muchos de esos libros a un precio reducido.
Cuando se trata de ajustarnos a un presupuesto y no gastar de más de manera innecesaria, hay que comparar precios. Puedes hacerlo de manera online, que resulta muy cómodo e, incluso, devolver material que no se haya usado si una vez comprado encuentras una oferta mejor.
Aunque estamos hablando de ahorro, puede que haya materiales en los que merezca la pena invertir un poco más para que no haya que reponerlos varias veces durante el curso y terminemos gastando más dinero. Por ejemplo, si la mochila, que va a soportar mucha carga de libros y material durante el curso, es endeble, es muy posible que se rompa. Y si eso ocurre tendrás que comprar otra nueva.