Cuando los bebés cumplen seis meses comienzan la alimentación complementaria. Hasta ese momento, la leche es el único alimento recomendado desde hace unos años, especialmente la leche materna. Durante muchos años lo habitual era que, alrededor de los cuatro meses, y últimamente al cumplir los 6 meses, se añadieran cereales al biberón. Esta práctica tan extendida es cada vez más cuestionada, y no todos los profesionales de la pediatría apoyan esta forma de introducir los cereales en la alimentación del bebé.
Los cereales mezclados con la leche y dados en biberón han supuesto, como te decimos, una forma aparentemente eficaz de alimentar al bebé a medida que iba creciendo. Además de resultar muy cómodo, tanto para el niño como para la madre, los cereales daban la sensación de que el bebé se estaba alimentando correctamente. Y como último motivo, le ayudaban a saciarse, lo que espaciaba las tomas y le ayudaba a dormirse.
A pesar de todo esto, lo esperable es que, a día de hoy, los pediatras no recomienden que añadas cereales al biberón de tu hijo. Diferentes estudios han evidenciado motivos suficientes para no hacerlo, que te contamos a continuación.
Para empezar, los cereales para el biberón se consideran un alimento ultraprocesado que contiene grandes cantidades de azúcar. Si esto no es recomendable en un niño de más edad, aún lo es menos cuando hablamos de bebés que solo han tomado leche durante sus pocos meses de vida.
Lo esperable es que si los toman se acostumbren a este tipo de sabores dulces, y eso puede dificultar que coman otros alimentos, con otros sabores menos azucarados y más importantes para su desarrollo, como las verduras o la fruta. Además, el contenido en azúcares del que hablamos supone un alto riesgo a la hora de favorecer la obesidad, tanto mientras son bebés como cuando crezcan.
La propuesta de nutricionistas y pediatras es que a partir de los seis meses los bebés vayan introduciendo alimentos en su dieta que les aporten verdaderos nutrientes. Es hora de descubrir sabores y texturas de manera paulatina, aprender a usar la cuchara, coger alimentos con la mano… y acostumbrarse a los cereales para biberón solo entorpece esta tarea. Puedes apostar por los clásicos purés, sumarte al BLW (baby led weaning) o seguir una alimentación mixta. Y cualquiera de estas opciones siempre será más saludable si eliges bien los alimentos que le ofreces a tu bebé.