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Una de las consecuencias más molestas del embarazo es la incontinencia urinaria en el postparto. Es una tema que deberías tener en cuenta si estás esperando un bebé o planificando un embarazo, porque afecta hasta a un 67% de mujeres tras dar a luz y es esencial para tu bienestar poder prevenirla. La incontinencia urinaria sigue siendo un asunto tabú en las conversaciones sobre el postparto, y quien lo padece no solo ve limitada su autonomía y calidad de vida, sino también su autoestima, tan frágil después del parto.
Durante el embarazo el cuerpo de la mujer experimenta un gran cambio a diferentes niveles, todos ellos encaminados a que el feto pueda desarrollarse en las mejores condiciones dentro de ella. En algunos aspectos es maravilloso ver cómo no hay nada mejor que dejar que la naturaleza siga su curso y observar cómo el cuerpo recupera de manera paulatina el estado que tenía antes del embarazo. Pero en asuntos como el de la incontinencia urinaria, la información es poder, y sabemos el papel que juega el suelo pélvico en todo este asunto.
El suelo pélvico se debilita durante la gestación, provocando incontinencia urinaria al realizar actividades físicas como correr o levantar objetos pesados, pero también con gestos menores como toser o estornudar. Y es que la musculatura del suelo pélvico soporta el peso del bebé durante el embarazo, además de realizar un gran esfuerzo cuando llega el momento de empujar para su expulsión en el parto. Por lo tanto, no hay mejor forma de prevenir la incontinencia urinaria en el postparto que ejercitar el suelo pélvico antes, durante y después del embarazo. Te contamos cómo.
Los ejercicios del Kegel son los reyes cuando hablamos de fortalecer el suelo pélvico tras el parto. Con ellos todo son ventajas porque son sencillos, puedes practicarlos en cualquier sitio, son aptos para cualquier etapa relacionada con el embarazo, parto y postparto y, por supuesto, son muy eficaces. Estas son las indicaciones para hacerlos:
El pilates es una de las disciplinas deportivas más recomendables para las mujeres entre otras cosas por el trabajo de fortalecimiento que se realiza en la musculatura del suelo pélvico. Antes y después del embarazo puedes hacer cualquier tipo de pilates convencional, pero si estás embarazada, es fundamental que sea un tipo de pilates específico para el embarazo.
Cuando la incontinencia aparece tras el parto y ya te ha valorado tu obstetra, es muy posible que te recomiende rehabilitación profesional por parte de un fisioterapeuta. Es importante abordar la incontinencia desde diferentes frentes y lo antes posible para revertirla en el menor espacio de tiempo.