Tartamudez en niños: cómo saber si es evolutiva o real

Lo habitual es que cuando un niño empieza a hablar no lo haga con fluidez. A la dificultad para pronunciar determinadas palabras se la conoce como tartamudez evolutiva y puede darse entre los dos y los cinco años sin que suponga un verdadero problema. Pero eso no significa que no quieras estar atenta para saber si tu hijo tartamudea realmente y, en ese caso, deba ser valorado por un especialista. Te damos las pistas necesarias para distinguir si tu hijo habla con las peculiaridades propias de un lenguaje en desarrollo o si podría haber indicios de tartamudez. 

Cuándo la tartamudez es normal

Como te decíamos, existe un tipo de tartamudez evolutiva que es completamente normal y que se manifiesta de diferentes formas. Son muy comunes la falta de fluidez, la vacilación al hablar, las repeticiones de preguntas, el uso de interjecciones o muletillas, etc. 

Cuando un niño está nervioso es más fácil que repita la primera sílaba de una palabra, como si se tratase de tartamudez, y que estando en un contexto relajado no tenga ningún problema para decir la misma palabra con absoluta fluidez. 

Qué indica que no debemos preocuparnos

Es posible que si comenzamos a ver a nuestro hijo tartamudear salten todas las alarmas. Cuando se trata de esta tartamudez evolutiva, lo esperable es que la repetición de sílabas, la reformulación de frases o la falta de fluidez desaparezca en cuestión de semana o, incluso, de días. También hay que tener en cuenta si las dificultades en el habla se dan en contextos en los que el niño está nervioso o excitado, si le ocurre con palabras que acaba de aprender o si la palabra es complicada. En esos casos es más esperable que se den ligeros tartamudeos. 

Señales de que tu hijo tartamudea

Aunque te alentamos para que no te alarmes sin motivo, también queremos contarte cuáles son las señales a las que debes prestar atención porque pueden ayudarte a detectar la tartamudez: 

  • Repetición generalizada de las sílabas de las palabras
  • Nerviosismo o ansiedad a la hora de hablar
  • Tensión y esfuerzo físico visible para hablar
  • Repetir palabras cortas más de dos veces
  • Silencios con tensión entre una palabra y otra
  • Silencios en mitad de una palabra
  • Hablar con mucha rapidez

Cómo puedo ayudar a mi hijo

Si tu hijo parece tartamudear, lo primero que tienes que hacer es consultar con su pediatra y con un logopeda infantil. Ellos podrán confirmarlo y tratar a tu hijo convenientemente. Por parte de los progenitores, además de seguir las indicaciones de los profesionales, se puede ayudar al niño con los siguientes consejos: 

  • Escúchale con atención cuando te habla, manteniendo el contacto visual
  • No le interrumpas cuando está tratando de decir una palabra y déjale terminar antes hablar. 
  • Garantiza un tiempo al día en el que puedas hablar con tu hijo con tranquilidad y sin distracciones. 
  • Habla despacio porque él intentará imitarte y así puede disminuir el tartamudeo.
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