Cuando se tiene un bebé toda la atención se centra en que se encuentre bien en todo momento, y cualquier cambio que notemos en él nos puede preocupar. Por nos inquieta descubrir que a nuestro bebé le suenan las tripas y nos preguntamos qué debemos hacer al respecto. Te adelantamos que no tienes por qué preocuparte, solo prestar atención a los posibles motivos que te señalamos a continuación para hacer lo que sea más adecuado.
El sistema digestivo de los lactantes es inmaduro y se “termina de hacer” a medida que crece y se adapta a su nueva forma de alimentarse. Por eso es normal que en este proceso de maduración emita ruiditos.
Los ruidos en la tripa del bebé indican que su sistema digestivo está funcionando y está en el proceso de digerir el alimento que ha tomado. Los ruidos por este motivo pueden aparecer aproximadamente una hora después de haber comido.
Esto seguro que también lo reconoces en ti, que te suenen las tripas cuando tienes hambre. Pues a tu bebé puede pasarle lo mismo. El cerebro manda señales al intestino para demandar comida y la forma de hacerlo es emitiendo los conocidos ruidos. Si el bebé ha comido hace poco y no demanda alimento con llanto o gestos que indiquen que quiere comer, seguramente la causa de los ruidos no sea el hambre.
En ocasiones los bebés padecen tanto estreñimiento como diarrea, y aunque son acciones opuestas, ambas implican un esfuerzo para el sistema digestivo del pequeño. Los intestinos se mueven y, al hacerlo, se producen los ruiditos en la tripa del bebé.
Que le suenen las tripas al bebé no implica necesariamente que padezca los cólicos del lactante. Pero si los tiene, uno de los síntomas que puede experimentar es ese ruido, aunque los que más le afecten a él (y a ti sin duda) son el llanto incontrolable, la dificultad para expulsar gases o los cólicos.
Esta es la opción menos probable, pero está bien tenerla en cuenta. Los sonidos de las tripas del bebé no son por sí solos un síntoma de intolerancia alimentaria, aunque pueden aparecer. En cualquier caso, el diagnóstico solo puede darlo un médico especialista tras realizar las pruebas pertinentes.