Ana Obregón no ha podido contener su emoción al convertirse este domingo en la pregonera de las fiestas de la Virgen de la Paz, en Alcobendas, el municipio madrileño en el que reside desde hace más de cuatro décadas. "Me siento muy feliz y muy honrada de estar aquí con vosotros. Ya puedo decir que soy pregonera de mi ciudad", reconocía la presentadora desde el balcón del Centro Cívico de Alcobendas. En su discurso, además de emocionarse y mirar al cielo recordando a su hijo Aless, ha tenido unas palabras sobre Anita, su nieta, que "no para" y le ha dificultado ensayar las palabras que iba a decir.
Justo antes de hacer su discurso delante de sus vecinos, Ana Obregón atendía a los compañeros de prensa. Ante todas las cámaras que estaban presentes, la presentadora contaba que había dejado a la pequeña en casa y había salido corriendo. "A las 15:30 le he preparado la papilla de frutas y quería arreglarme porque ahora estoy en chándal todo el día. Bueno, me he pintado las uñas y me he puesto tacón", decía con la espontaneidad que la caracteriza.
La actriz ha explicado que tiene "una responsabilidad enorme" con Anita y que por eso le cuesta mucho irse de casa cada vez que tiene que atender a un compromiso profesional. "Cuando me ve tan maquillada, no me reconoce. Ella me ve con el pelo sucio de diez días sin lavármelo. Me encanta, estoy haciendo con ella todo lo que no he podido hacer con mi hijo. Las madres trabajamos como locas y nos perdemos momentos importantes de nuestros hijos", ha dicho sobre la entrega absoluta que quiere dedicarle a su nieta.
De momento no habla. Anita tiene diez meses y "balbucea", pero para Obregón es "maravillosa y tiene el mismo sentido del humor que su padre". "Se está riendo todo el día. Es una niña feliz. Se parece muchísimo a su padre. Es muy alta, altísima", ha comentado con orgullo.
Tres años después de la muerte de su hijo Aless, Ana Obregón vuelve a vestir con color por el nacimiento de su nieta, por eso ha elegido el color rojo pasión para su discurso como pregonera. "Me hace ilusión ir de rojo porque he estado tres años de luto. Anita me quiere ver con colores", comentaba. Ante la pregunta de los compañeros sobre si ese color rojo podía indicar estar de nuevo abierta al amor, la actriz ha sido tajante: "No me volvería a enamorar, no tengo tiempo. Estoy haciendo de mamá, papá, abuelo, abuela. No tengo tiempo".
La actriz, evitando cualquier tipo de comentario que haga crecer la polémica con el padre de su hijo Aless, ha asegurado que "respeta" las decisiones de todas las personas. "Alessandro es el padre de mi hijo, siempre estaremos unidos. A mi hijo lo que más ilusión le hacía era ver juntos a sus padres. Se que nos está viendo y estamos juntos por él", ha dicho despidiéndose de los medios para evitar emocionarse.