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Como adultos sabemos que debemos protegernos ante las redes sociales, ya que ofrecen en muchos caso una imagen distorsionada de la realidad, pueden afectar a la autoestima y no están libres del riesgo de estafa o acoso. Por lo tanto, si para nosotros ya supone un reto en muchas ocasiones, es esencial que sepamos cómo proteger la salud mental de los niños ante las redes sociales.
Los menores disponen cada vez antes de un móvil propio o un dispositivo electrónico que les permite conectarse a internet y participar de las redes sociales. Aunque la edad mínima para esto, sin que haya la supervisión de un adulto, son los 14 años, comprobamos a diario que la realidad es muy diferente. Los progenitores terminan cediendo a la presión del entorno, al igual que les ocurre a nuestros hijos, y finalmente terminan manejando redes sin ningún tipo de control antes de lo que deberían, con el riesgo que supone para su salud mental. Por eso no debes perderte estas pautas que os serán de gran ayuda.
Es esencial que actives el control parental en los dispositivos electrónicos de tus hijos menores. Esta herramienta gratuita hace muy cómoda y eficaz la supervisión, ya que puedes conocer y autorizar qué aplicaciones se descarga y cuánto tiempo las usa, entre otras cosas.
No des nada por hecho y habla con tu hijo de los peligros a los que nos exponen a todos las redes sociales. Es importante que entienda conceptos como que aquello que ve en redes no tienes por qué ser cierto, ni mucho menos, y eso va desde información acerca del mundo que le rodea hasta la apariencia física de la gente que ve a través de la pantalla. Además, es muy importante hablar de cuestiones prácticas de seguridad para evitar que hable con perfiles de desconocidos y, muy importante, que sepa mantener su propia privacidad.
Puede que a ti no te interese el mundo de las redes sociales, pero si a tu hijo sí, es hora de ponerse al día. Para poder protegerle y asesorarle debes conocer en terreno en el que se está moviendo, así que no dudes en buscar información, hacerte un perfil para aprender a manejarlo, etc.
A través de la herramienta de control parental puedes determinar el tiempo que tu hijo puede pasar conectado a la red. Lo ideal es que le informes de cuánto tiempo le dejas y por qué no tiene barra libre. Además, independientemente del tiempo del que disponga al día para consultar al móvil, hay que delimitar espacios y momentos en los que no podrá usarlo, como la hora de la comida o antes de acostarse.
Esto es algo que como padres debemos hacer siempre, pero si además nuestros hijos ya utilizan redes, ya tenemos un motivo más para estar pendientes. Si observas cambios significativos en su estado de ánimo debes plantearte la posibilidad de que tenga adicción a las redes sociales, algo más habitual de lo que a todos nos gustaría.