Las prioridades de Cristina Pedroche han cambiado desde que se convirtió en madre. El pasado mes de julio nació Laia, su primera hija en común con Dabiz Muñoz. Antes de eso, la presentadora se consideraba una mujer "un poco controladora" que iba con seguridad a todo lo que se proponía, pero con la maternidad "eso es imposible". Tal y como ha contado en una entrevista a la revista ELLE, Pedroche quiere ser "una madre presente" y estar con la niña "para todo lo que necesite", pero la maternidad le ha enseñado que la perfección no existe.
Laia tiene siete meses y la presentadora sabe que está en un momento en el que es muy pequeña y necesita su alimentación, sus cariños y sus cuidados. Todo eso no impide que Cristina sea consciente de que "va a crecer y un día tendrá su vida", por eso se está centrando en no descuidar "la profesional, la mujer, la amiga, la pareja y la hija" que también es.
La presentadora ha explicado que, en general, las todas las mujeres intentan "ser perfectas" pero a eso se suma "la responsabilidad" de estar "siempre guapas, divinas y hacerlo todo bien". Es por eso que se repite muchas veces que puede con todo, pero "no con todo a la vez". Actualmente, desde que es madre, se le juntan muchas cosas y la presentadora se ha mostrado emocionada y más vulnerable que nunca.
A pesar de sus lágrimas, Cristina deja claro que está feliz porque ve a su hija y la ama, pero sufre porque no puede conciliarlo todo y quiere continuar siendo la profesional y la mujer que es. "Quiero seguir teniendo mis ratos para leer, para ir al cine, para seguir formándome como persona... pero cuando lo estoy haciendo, me siento mal por no estar a su lado", dice Pedroche, que se siente "mala madre".
A pesar de esa emoción con la que se muestra a través de la pantalla y de sus redes sociales a diario, la presentadora ha dejado claro que lo que sufre no es depresión postparto, ya que eso debe diagnosticarlo un especialista. Desde que es madre, Cristina solo pide a la gente que le rodea que validen sus sentimientos porque ser madre "es una maravilla, ¡pero qué duro también!".