Por primera vez se ha investigado acerca de cómo influye el ambiente en el que se vive en la densidad ósea de una persona. Y las conclusiones ha llamado la atención porque determinan que los niños que viven cerca de zonas vedes tienen los huesos más fuertes. Si hasta ahora no dudábamos de lo beneficioso que era que nuestros hijos pudieran jugar y correr en un parque o rodeados de naturaleza, ahora, además, los investigadores señalan la importancia que esto tiene en su desarrollo y salud desde una perspectiva completamente novedosa.
El estudio del que hablamos se ha realizado en la Universidad de Hasselt, en Bélgica, y se ha publicado en la revista médica JAMA, publicada por la Asociación Médica Estadounidense. El motivo que ha llevado a realizarlo se encuentra en la previsión que ofrece la Fundación Internacional de Osteoporosis, que afirma que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres sufrirán una fractura a causa de la osteoporosis, una enfermedad que adelgaza los huesos, a partir de los 50 años. El pronóstico es alarmante y urge la necesidad de encontrar vías que ayuden a evitar la pérdida drástica de masa ósea.
Para llevar a cabo el estudio se han realizado pruebas a niños con edades comprendidas entre los cuatro y seis años. Los resultados han sido concluyentes a la hora de demostrar que los que tenían acceso a zonas verdes para jugar mostraban una mayor densidad ósea que los que no podían hacerlo. Por supuesto hay otros factores que influyen en los niveles de densidad ósea de una persona, en este caso niños, como la genética, la alimentación y el estilo de vida.
Durante la infancia y la adolescencia se los huesos se desarrollan y adquieren su punto más alto de densidad, para luego estabilizarse. A partir de los 50 años, esta densidad comienza a disminuir y, si lo hace de forma drástica o no los huesos no estaban fuertes previamente, aparece la osteoporosis.
Garantizar, en la medida de lo posible, una buena densidad ósea durante las etapas de desarrollo con todos los medios que tengamos a nuestro alcance es vital para que en el futuro tengamos una buena calidad de vida, disminuyendo el riesgo de sufrir diferentes fracturas.