La dura confesión de la cantante Lily Allen sobre la maternidad y el éxito: "Mis hijas arruinaron mi carrera"

  • Lily Allen se ha sincerado en el podcast de Radio Times

  • La cantante y actriz es madre de dos niñas, Ethel Mary nacida (2011) y Marnie Rose (2013), fruto de su matrimonio con el constructor Sam Cooper

  • "Me molesta mucho cuando la gente dice que puedes tenerlo todo porque, francamente, no puedes"

Cantante, actriz y también presentadora. Lily Allen es una estrella multidisciplinar que comenzó su carrera muy joven. Con apenas 20 años publicaba su primer disco y se convertía en una cantante de éxito gracias a temas como 'Smile'. Sus inquietudes artísticas y su talento no sorprendieron a nadie. Lily procede de una familia de artistas. Es hija del actor y comediante Keith Allen, hermana de Alfie Allen y su madre es productora de cine. Sin embargo, lo que podría parecer una vida de ensueño no lo fue tanto. Su infancia estuvo marcada por las continuas ausencias de sus padres. Algo que la dejó profundas heridas de por vida, tal y como ha confesado en el podcast de Radio Times.

En una sincera y dura entrevista, Lily Allen ha recordado cómo sus padres antepusieron su trabajo a sus hijos. De hecho, su padre Keith se marchó de casa y la dejó a ella y a su hermano a cargo de su madre cuando apenas tenía cuatro años  "Algunas personas eligen su carrera por encima de sus hijos y esa es su prerrogativa. Mis padres estaban bastante ausentes cuando yo era niña. Siento que dejó algunas cicatrices desagradables que no estoy dispuesta a repetir en la mía", ha contado.

El nacimiento de sus hijas marcó un antes y un después en su carrera

Y fue precisamente ese recuerdo de su niñez lo que la llevó a cambiar el rumbo de su vida cuando nacieron sus hijas, Ethel Mary nacida en 2011 y Marnie Rose, que llegó al mundo en 2013. Convertirse en madre la obligó a tomar una decisión y ella lo tuvo claro. Allen eligió dedicar más tiempo a ser madre y eso la obligó a renunciar al éxito profesional. No se arrepiente, no quería que sus hijas crecieran echándola de menos. Sin embargo, sí que reconoce en esta dura entrevista que esa decisión dinamitó su trayectoria como artista. "Mis hijas arruinaron mi carrera. Las amo y me completan, pero en términos de estrellato pop, lo arruinaron por completo", ha contado.

Sus palabras han sido un duro golpe de realidad para muchos. Lily Allen no ha querido romantizar la maternidad y ha dejado claro que traer hijos al mundo obliga a sacrificarse y a tomar decisiones que no queremos por el bien de nuestros hijos. "Me molesta mucho cuando la gente dice que puedes tenerlo todo porque, francamente, no puedes", ha sentenciado.

Su marido, David Harbour, la convenció para dar el salto a la interpretación

Sin embargo, las inquietudes artísticas seguían ahí y ha sido ahora cuando se ha atrevido a explorar una nueva faceta. "Recibí una llamada de un director de casting que estaba montando una obra de teatro en el West End de Manhattan. Le dije: ‘No soy actriz’.", ha revelado durante la entrevistas. Sin embargo, una charla con su marido, David Harbour, de Stranger Things, lo cambió todo.

Gracias a él se dio cuenta de que le faltaba algo en su vida y que necesitaba encontrar un nuevo camino. "Me sentía un poco sin rumbo y realmente no sabía qué estaba haciendo con mi vida, excepto ser madre y establecer un nuevo hogar en Brooklyn", ha relatado la actriz, que siguió el consejo de su marido y llamó de nuevo al director de casting. Dos semanas después de esa llamada comenzaron los ensayos y se preparaba para dar el gran salto.