A punto de cumplir 50 años, Penélope Cruz ha hecho un balance de este medio siglo en la revista 'Elle'. En una extensa entrevista la actriz repasa cada etapa de su vida. Desde su niñez en Alcobendas y como descubrió a los grandes del cine sentada en el sillón rojo de su casa o las tardes en la peluquería de su madre observando esa especie de ritual que llevaban a cabo allí a sus comienzos en la interpretación, su gran éxito o su maternidad, su mayor prioridad en este momento de su vida.
Inquieta, creativa y con mucha energía, Penélope recuerda con cariño su infancia. Se crio en una familia en la que nadie se dedicaba al arte, pero que sí lo respetaba y admiraba. Eso le permitió acercarse desde muy niña al mundo del cine y le permitió soñar sin que nadie la juzgara. "Era buena estudiante, pero me pasaba muchas horas del día soñando y planeando... Y, de alguna manera, aquella necesidad de interpretar, de volar con la imaginación, tenía salida a través de esa pequeña pantalla y de las clases de baile. Cuando yo insistía en lo que quería hacer, al menos no se reían de mí. ¡Y eso ya era mucho!", ha contado la actriz, que ha recordado que, aunque sus padres la apoyaron, la insistieron en que debía tener un plan b puesto que triunfar y poder vivir de su pasión no era fácil.
A medida que fue creciendo y llegó a la adolescencia, Penélope Cruz empezó a labrarse su camino. "Compaginaba los estudios, el baile, empezaba a ir a castings, estaba en una agencia de modelos y me salían bastantes trabajos", ha relatado la actriz, que ha reconocido que en esos años quería que todo fuera muy rápido. "Estaba feliz, pero se me hacía muy difícil llegar a todo. Yo me sentía muy mayor, pero no lo era, y una parte de mí sabía que no lo era, aunque la otra era como que quería ir demasiado rápido o creer que podía con todo. Y no era así", ha contado a la revista 'Elle'. Penélope empezaba a despuntar.
Y entonces llegaron 'Jamón, jamón' y 'Belle epoque' y ella se convirtió en la estrella emergente más importante de nuestro cine. "Empecé a hilar un rodaje con otro y me fui a vivir a Nueva York para aprender inglés". Su éxito profesional la hizo también crecer a nivel personal. "No hubo un momento concreto en el que sintiera que me hacía mayor, porque es un proceso constante. Cada día sigues evolucionando y creciendo y no creo que nadie un día se levante y diga: “Vale ya está, ya tengo todo bajo control, ya me siento seguro”. No. Y menos en una profesión como esta", ha contado la actriz, que ha recordado cómo después de esa estancia en Estados Unidos regresó a su casa y recuperó una parte de su adolescencia. "Era como si sintiera que no había completado algo. Y ahí, una parte de mí se volvió más pequeña... Quería vivir aquella etapa de años atrás. Completé mi ciclo".
Aunque no fue hasta 2011 cuando Penélope Cruz dio a luz a su primer hijo, la actriz sintió la llamada de la maternidad mucho antes. Según ha revelado a 'Elle', quiso convertirse en madre en solitario en la década de los 90. "Intenté adoptar yo sola con 20 años, en un viaje a la India, pero no pudo ser", ha recordado la actriz, que años más tarde pudo ver su deseo cumplido junto a Javier Bardem.
Desde que Leo y Luna llegaron al mundo en enero de 2011 y julio de 2013 respectivamente, ellos se han convertido en su prioridad. De hecho, ha rechazado muchos trabajos si no era posible conciliar. "Yo trabajé mucho antes, y a un ritmo muy loco porque era lo que tocaba en ese momento. Pero hoy siento que tengo mucha suerte de que, lo que he ido sembrando ahora me da la posibilidad de elegir qué hacer y dónde y cuándo. A veces me pueden ofrecer algo, aunque si es durante el curso o si no es en nuestra ciudad o no es en verano, sólo por eso a muchas cosas he dicho que no. Y no me arrepentiré nunca. Porque desde que nacieron hacemos lo posible para estar totalmente presentes en su crianza. Es lo más importante para nosotros. Sigo con el ritmo que marcan ellos. Son mi absoluta prioridad", ha asegurado.
La protagonista de filmes como 'La niña de tus ojos' o 'Volver' y Javier Bardem siempre han tenido claro que tienen que proteger al máximo la intimidad de sus hijos y por ello tomaron una importante decisión cuando se convirtieron en padres. "Tengo una norma sagrada y es que no hablamos de ellos", ha dicho la actriz, que ha reconocido que serán ellos los que el día de mañana decidirán si quieren exponerse o no. "Si algún día tienen un trabajo de cara al público, pues tendrán que aprenderá a enfrentarse a eso. Pero ahora mismo no toca, sólo son dos niños a los que protegemos absolutamente".
A pesar de su éxito profesional, Penélope reconoce que no es lo más importante de su vida. "Lo que más disfruto es estar buscando e investigando, en la vida y en la ficción", ha comentado la intérprete, que ha finalizado la entrevista asegurando que es una mujer feliz. Siempre lo ha sido. "Yo, a cada década, a cada momento, le saco partido y nunca pienso eso de 'estaba mejor antes'. Si me preguntas cómo era mi relación conmigo misma ahora y la que tenía a los 20 o los 30, sinceramente prefiero la de ahora por cómo me siento. Aunque nunca está todo el trabajo hecho", ha dicho la actriz, que ha terminado reconociendo que, pese a todo, sigue teniendo algunas preocupaciones que ni siquiera la terapia le ha permitido dejar atrás. "Creo que soy bastante feliz, bastante intensa y bastante preocupadita. Hay cosas que, por mucha terapia que haga, ahí seguimos yo y mis preocupaciones, y no sé hasta qué punto esto puede llegar a mejorar. Pero, dentro de todo eso, ya me conozco mejor y he podido desarrollar mis artimañas para hacerme la vida más fácil. Y, por suerte, esto se consigue", ha terminado diciendo.