El embarazo es para la mayor parte de las mujeres una etapa en la que se experimentan todo tipo de emociones positivas. Pero los numerosos cambios que experimenta el cuerpo de la embarazada conllevan diferentes molestias, y muchas de ellas se acentúan cuando llega la hora de dormir. Para ayudarte a relajar el cuerpo y encontrar una posición cómoda que te ayude a descansar debes conocer los beneficios de utilizar una almohada de maternidad durante el embarazo.
Es habitual pensar que este tipo de almohadas solo sirven para facilitar la lactancia materna, pero lo cierto es que durante el embarazo pueden serte de gran ayuda. Así que si habías pensado en hacerte con una para el momento en el que nazca el bebé, quizás deberías plantearte comenzar a contar con ella durante el embarazo.
En el primer trimestre de embarazo muchas mujeres experimentan una somnolencia casi constante que no solo hace que duerman por la noche, sino que podría hacer que se quedaran dormidas en cualquier momento del día y en cualquier lugar.
En cambio, en la recta final del embarazo las noches pueden resultar muy complicadas: las digestiones son pesadas y dificultan que la mujer concilie el sueño, son habituales los dolores en la espalda y las lumbares, la barriga ha aumentado y es difícil encontrar una buena posición en la cama…
Ya sea para una siesta o para dormir por la noche, tener contigo una almohada de maternidad puede ser lo que necesitas para poder descansar. Al abrazarte a ella, el cuerpo adquiere una posición en la que la espalda se estira y se acomodan las caderas, de tal forma que las molestias que puedas haber ido acumulando durante el día se alivian.
Para beneficiarte al máximo de la almohada de maternidad, lo más importante es que sepas cómo utilizarla. Si te acoplas a ella, no solo te sentirás más aliviada, sino que reducirás los movimientos nocturnos.
A la hora de ir a la cama, debes colocarte de lado, de tal manera que la almohada quede entre tus rodillas y con la pierna superior apoyada en ella. La cabeza también debe quedar apoyada en la parte superior del cojín. Verás como en cuestión de segundos comienzas a notar cómo empieza a desaparecer la presión en tu vientre y en tu espalda y tu cuerpo se encamina hacia un sueño reparador.