Ana Obregón ha experimentado "todos los miedos" desde que nació Anita. Ha pasado un año y medio desde que llegó al mundo su nieta, hija póstuma de Aless Lequio y, tras unos años muy duros, la presentadora ha vuelto a protagonizar el posado del verano. Sin embargo esta vez, a diferencia de todos los años anteriores, Obregón lo ha hecho junto a su nieta, la que considera "la sustituta" de sus míticos posados del verano. En una extensa entrevista concedida a la revista '¡HOLA!', la presentadora ha contado que, a raíz de la muerte de su hijo, con Anita está experimentando "muchos miedos" que antes no tenía.
Cuando Aless era un niño y tenía fiebre, Ana Obregón no le daba la importancia que le da ahora. "Pero es humano y lógico, porque yo tenía un hijo sanísimo y de repente me dicen que tiene un cáncer de diez centímetros. Entonces, tengo muchísimo miedo, es horrible, y no lo puedo superar por mucho que quiera", ha explicado al medio citado. Sus hermanas y el pediatra de Anita, al que confiesa tener "locos", han entendido su situación: "Él me dice: 'Es humano, Ana, llámame y pregúntame todo lo que quieras'".
Aunque todavía es muy pequeña, la actriz ha contado que ya le pone algunos límites. Un año y medio después de su nacimiento, todo es "un miedo horrible" porque Anita se lo lleva "todo a la boca". "Ayer cogió un tapón de no sé qué y yo no me di ni cuenta, pero ella viene y me lo da. Con un bebé, es la peor edad ahora mismo. Empieza a masticar y se atraganta, he aprendido a hacer la maniobra de Heimlich en bebés y hace poco así salió un trocito de jamón de York", ha contado.
Ana Obregón recuerda que su hijo le decía que si se rompía una uña "montaba un cristo", pero en una situación grave sabía resolverla "con una frialdad espectacular". Y así considera que le pasa también con Anita. Cuando tuvo que hacerle la maniobra para que no se ahogara no se asustó, pero después le dio "el tembleque" y tuvo que ir a su cuarto "y llorar media hora".
Poco después del nacimiento de su nieta dijo públicamente que se planteaba la opción de darle más hermanos a Ana Sandra, una petición de Aless, que quería ser padre de familia numerosa. Sin embargo, un año después de convertirse en abuela, Ana Obregón ha descartado esa idea. La presentadora ha explicado que cuidar de su nieta es mucho trabajo y no podría centrarse en más bebés. Además, tampoco lo ve necesario porque su nieta está rodeada de niños de su misma edad, como los hijos de su sobrina Amalia.
Lo que tiene claro sobre el futuro de su nieta es que no la va a llevar a la guardería y que, cuando cumpla tres años, irá al colegio al que fue su padre, el International College Spain en el que Aless fue "una leyenda como buen alumno".