Hay un momento en el que parece que un bebé va a serlo para siempre. Pero evidentemente no es así y casi sin darte cuenta tu hijo se ha convertido en un niño. Pequeño, sí, pero desde luego ya no es un bebé. Cuando esto ocurre toca adaptar y cambiar algunas cosas de uso cotidiano, como la trona, la cuna por una cama o la silla del coche. Para cada cambio toca informarse y buscar la mejor opción para nuestro hijo. Cuando se trata de cambiar la silla del coche, estas son las claves que debes tener en cuenta. Toma nota porque a cada paso se abre todo un mundo de posibilidades que te harán dudar, pero te resultará más fácil acertar con estos consejos.
El punto de partida para elegir un sistema de retención infantil adecuado es tener en cuenta cuál es el peso y la altura de tu hijo. Es muy importante que lo respetes para que pueda ir realmente seguro.
Es el sistema más seguro de sujeción, ya que el niño no depende de un sistema de retención de la silla, como el arnés, sino que el cinturón del coche sujeta tanto a la silla como al niño. Comprueba siempre que la silla que eliges tiene conectores Isofix.
Alrededor de los 4 años los niños pueden viajar con un elevador con respaldo. Se trata de una opción más segura que el alzador, y también más cómoda para el niño. Con estos elevadores con respaldo evitas errores al poner el cinturón de seguridad y añades una protección latera.
La zona abdominal del niño es una de las que más sufre los movimientos del coche y los pequeños impactos. Para evitar esto, se diseñó un sistema de anclaje del cinturón con cuatro puntos, no con tres. Revisa esta opción cuando elijas la silla para tu hijo.
Ante el riesgo de un impacto lateral, es esencial que el niño tenga protegidos hombros y cabeza. Por eso es conveniente que elijas una silla que, además del respaldo, cuente con un diseño lateral. Los hay extraíbles que admiten dos posiciones y minimizan hasta en un 40% este tipo de impactos.
Los choques frontales son los más habituales, por lo que es muy importante que el cuello y el pecho estén bien protegidos. Es fundamental que el cinturón de seguridad esté correctamente situado, y para eso no hay nada mejor que, como decíamos al principio, tener un silla para el niño que se adapte a su peso y altura.
Este punto es vital, ya que una silla bien sujeta es una silla segura. Sigue al pie de la letra todas las indicaciones del fabricante para que estén bien encajados todos los puntos de sujeción. Y la dirección de la silla hasta los dos años, ha de ser siempre en contramarcha, aunque la recomendación de los expertos es que sea así hasta los cuatro años.
Hablamos todo el tiempo de seguridad, porque sin duda es lo más importante, pero eso no tiene que limitar la comodidad, ni mucho menos. Una silla confortable y ergonómica, además de segura, es lo que tu hijo necesita para viajar en coche.