Dormir fuera de casa por primera vez: cómo saber si tu hijo está preparado y qué tener en cuenta

Para todo niño hay un momento de su vida que es inolvidable: la primera vez que duerme fuera de casa. Hay diferentes formas de vivir esta experiencia, ya que el motivo puede ser una fiesta de pijamas con amigos, un campamento, un viaje escolar o ir a casa de un familiar sin vosotros. Cuando se presenta la ocasión, lo habitual es que a los padres les asalten dudas acerca de si su hijo está preparado o no para pasar la noche fuera de casa. Y eso es algo que puedes descubrir con estas pautas que te servirán de orientación. 

La edad del niño

La edad de tu hijo es un factor clave para empezar a plantearte si puede dormir o no fuera de casa. La situación puede darse cuando el niño tiene 4 años, pero para que tu hijo esté mínimamente preparado, lo ideal es a partir de los 6 años, cuando haya adquirido una cierta autonomía. 

Saber si tu hijo quiere ir

Además de la edad del niño, este es el punto más importante. Debes preguntarle y escuchar con atención cómo se siente ante la idea de dormir fuera de casa y si muestra entusiasmo. Si no es así, lo mejor es descartar el plan, por muy apetecible que pudiera parecer en un principio. 

El nivel de autonomía del niño

Aunque tu hijo vaya a dormir a un sitio en el que pueda ser atendido por otros adultos, cuanto más alto sean sus niveles de independencia y autonomía, mejor. Si puede ponerse el pijama solo, lavarse los dientes o calzarse sin problema, está preparado para dormir fuera de casa. 

La capacidad de comunicación

Es muy importante que tu hijo sepa expresarse bien y comunicar sus necesidades. Cuando está en territorio desconocido, es necesario que pueda preguntar cualquier duda o reclamar ayuda para resolver inquietudes. Será más fácil para él y para el adulto que esté al cargo. 

Qué debes tener en cuenta

Además de observar si tu hijo está preparado para dormir fuera de casa, hay otros detalles que te corresponde a ti tener en cuenta:

  • Si es pequeño y es la primera vez que duerme fuera de casa, lo ideal es que no sea más de una noche seguida.
  • Habla con los adultos que vayan a hacerse cargo de él para informarles de cualquier asunto importante, como alergias o intolerancias del niño, miedo a los animales, etc.
  • Sé claro con tu hijo y, además de animarle a vivir la experiencia, hazle saber que puede comunicarse contigo en cualquier momento y que, si es necesario, irás a buscarle.
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