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El chupete es uno de los objetos preferidos de los bebés y, todo hay que decirlo, de sus padres. La succión ofrece consuelo al niño, calma el llanto, les ayuda a conciliar el sueño y, al parecer, reduce el riesgo del sufrir el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL).Pero el chupete debe usarse correctamente y retirarse evitando traumas en el bebé, por lo que no debes perderte los consejos que te ofrecemos a continuación.
Además de elegir un chupete que cumpla con todas las condiciones de seguridad necesarias, es fundamental supervisar su uso para no crear una dependencia excesiva y para que no interfiera con la lactancia materna. Para lograrlo, esto es lo que debes tener en cuenta:
A pesar de sus bondades, el uso del chupete tiene un fin. Los expertos aseguran que lo ideal es dejarlo entre los 12 y los 24 meses, aunque hay muchos niños que cumplen los 3 años sin soltar su chupete. Prolongar su uso puede provocar problemas en el desarrollo de los dientes y mandíbula, retrasar el habla y favorecer infecciones en la boca y el oído.
Por lo tanto, cuando creas que ha llegado el momento, ármate de paciencia y firmeza para hacer frente al adiós al chupete que, inevitablemente, vendrá acompañado de llantos y súplicas de tu bebé para recuperar a su preciado amigo. Comunica tu decisión a las personas implicadas en su cuidado y crianza, y presta atención a las claves que te damos para conseguirlo.
Hay diferentes formas de conseguir que tu bebé deje el chupete y, sea cual sea la que elijas, debes ser inflexible y cariñosa con tu hijo. No es un trago fácil de pasar, pero es importante tener en cuenta que usarlo a partir de cierta edad los beneficios se transforman en riesgos para su salud y desarrollo: