Hace menos de una semana que Alejandra Rubio se convirtió en madre. La colaboradora televisiva dio a luz el pasado viernes 6 de diciembre en la madrileña Fundación Jiménez Díaz a su primer hijo, Carlo, fruto de la relación sentimental que mantiene con Carlo Costanzia desde hace varios meses. Veinticuatro años separan la maternidad de Alejandra de la de su madre, Terelu Campos, que dio a luz a la influencer, su única hija, el 24 de marzo de 2000. Ambos nacimientos han generado un importante revuelo mediático, pero han tenido tratamientos muy distintos por parte de sus protagonismos: repasamos las diferencias y las similitudes entre ellos.
Fue en la portada de la revista ¡Hola! el pasado mes de junio como supimos que la nieta de María Teresa Campos se había quedado embarazada y esperaba a su primer hijo junto al actor. Una larga entrevista conjunta de la pareja en la que se sinceraban en profundidad sobre su deseo de ser padres, sobre el impacto en sus respectivas vidas y, muy en especial, sobre cómo se habían enterado sus respectivos progenitores, Terelu, Mar Flores, Alejandro Rubio y Carlo Costanzia di Costigliole. También sus respectivas reacciones, uno de los temas que más eco ha generado, entre distintas versiones y dudas sobre el vínculo de los consuegros.
El pasado fin de semana, durante el puente de la Constitución, llegaba a término la gestación. Lo hacía en mitad de un enorme hermetismo por parte de la pareja y de sus respectivos círculos íntimos: trascendió el jueves por la tarde que Rubio había ingresado en el mencionado hospital, y a la mañana siguiente algunos medios pudieron confirmar el nacimiento, algo que ratificó una de las abuelas del recién llegado en una de sus visitas al hospital. En las horas posteriores se acabaron acercando los cuatro abuelos, entre fuertes especulaciones sobre los posibles encuentros entre ellos, habida cuenta de la tensión que existe entre Mar y Carlo.
Finalmente, el sábado por la tarde, Rubio y Costanzia aparecían por primera vez ante los medios de comunicación tras haberse convertido en padres. Lo hacían bajando hasta la puerta de la Jiménez Díaz, pero sin el bebé con ellos, acercándose hasta los compañeros de prensa para agradecer el seguimiento y dar unas primeras declaraciones. "Ha sido larguito, pero, al final, ha salido todo bien, que es lo importante", aseguraron entonces, con el modelo y músico calificando a su pareja como una "campeona". Tras unos instantes, ambos volvieron a entrar al hospital, confirmando únicamente que el parto se había producido mediante cesárea.
Desde entonces, no se ha sabido gran cosa de ellos: aunque Alejandra ha dejado algunas publicaciones en redes, apenas ha dado detalles sobre su recién estrenada maternidad, y tampoco se les captó a la salida del centro con el pequeño Carlo. Tras ser seguidos por los reporteros, sus respectivos padres han evitado hacer menciones al bebé directamente en sus declaraciones.
Son circunstancias y decisiones radicalmente opuestas a las que se vivieron hace casi dos décadas y media, con el nacimiento de la propia Alejandra. La nieta pequeña de María Teresa Campos llegó al mundo años después de sus primos, José María y Carmen Rosa Almoguera, hijos de Carmen Borrego. Lo hacía recién estrenada la primavera del 2000, también en la Fundación Jiménez Díaz, pero el tratamiento fue muy distinto. Ante el hospital se agolpaban también entonces decenas de periodistas, pero entonces la información fluía en abundancia. En las primeras horas tras haber nacido, sabíamos todo tipo de datos con respecto a la recién llegada: su peso (2,8 kilos), quiénes habían estado presentes en el parto (el padre y la abuela de la niña) o la identidad de sus padrinos (sus tíos, Borrego y Javier Rubio).
De hecho, apenas unas días después, los padres, Terelu y Alejandro presentaron públicamente a la niña apenas cuatro días después de su nacimiento. Lo hicieron posando conjuntamente con ella en el pasillo de la Unidad de Neonatos del mencionado hospital, respondiendo a decenas de preguntas de la prensa, con ella en brazos, bromeando, además sobre los posibles parecidos de la recién nacida. Echando la vista atrás, destaca también la diferencia entre el divertido tono de María Teresa Campos al referirse a su nieta y las recientes intervenciones de Mar y Terelu. No fue la única en dejarse ver por el hospital: también lo hicieron amigos de los progenitores y de la familia.
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