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Lo que sucede cuando se limita a los niños el uso de pantallas, según un estudio

Es imposible permanecer ajenos al hecho de que el uso que hacen los niños de las pantallas se ha convertido en un problema en las casas y en muchos centros educativos. En el fondo nos enfrentamos a una realidad para la que no tenemos mucha experiencia ya que, todo hay que decirlo, los adultos somos los primeros que no podemos vivir despegados de las pantallas.

Pero esta adicción digital pasa más factura en los pequeños, sin lugar a dudas. Limitar a los niños el uso de pantallas no solo evita importantes problemas en el comportamiento y su salud mental, sino que también tiene un efecto positivo. Así lo afirma un estudio y, antes de conocerlo, estamos convencidos de que está en lo cierto. 

El estudio sobre los niños y el uso de pantallas

El estudio al que nos referimos se llevó a cabo por la Universidad de Dinamarca desde el ámbito de la intervención familiar. La intención era averiguar cuál es el impacto en la salud mental de los menores cuando se reduce de manera evidente el tiempo que están frente a una pantalla. Y es que son varios los estudios que confirman los problemas de salud mental que en niños y adolescentes que se derivan del uso excesivo de pantallas.

Con esta investigación, el foco se pone en los efectos positivos y resulta de lo más alentador, ya que los resultados evidencian que si se limita el uso de dispositivos electrónicos, mejora el comportamiento y bienestar emocional del niño

Así fue el experimento

Para realizar el estudio, los investigadores contaron con la participación de 89 familias diferentes y un total de 181 niños y adolescentes de edades comprendidas entre los 4 y los 17 años. Dividieron a los menores en dos grupos: uno de ellos mantuvo el uso habitual de pantallas, mientras que al otro se le redujo a tres horas semanales. Para conseguirlo, las familias entregaron los teléfonos móviles y tablets, además de seguir la recomendación de limitar el uso de televisión y el ordenador a un máximo de tres horas a la semana en el tiempo de ocio. 

Los resultados obtenidos

Las familias que redujeron el tiempo que sus hijos utilizaban las pantallas pudieron apreciar los resultados positivos en solo dos semanas. El tiempo que antes pasaban frente al dispositivo electrónico se empleó en actividades más saludables, como hacer vida social, deporte o estar al aire libre. De esta forma aumentó el bienestar emocional de los niños y el comportamiento mejoró de manera evidente, algo que se refuerza con la comprobación de que el excesivo uso de pantallas favorece el aislamiento, la sensación de soledad, la ansiedad y la depresión. Sabemos que no reducir el uso de los dispositivos electrónicos no es tarea fácil, pero sin lugar a dudas merece mucho la pena. 

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