En los niños los miedos surgen y desaparecen a medida que van atravesando etapas de crecimiento. Es algo normal en su desarrollo, pero que obliga a los padres a una readaptación de ciertas rutinas. El miedo más común es el de dormir solo o somnifobia, que puede empezar a los 2 años y permanecer hasta los 6.
No es motivo de preocupación y, con paciencia y las estrategias adecuadas, puedes acompañar a tu hijo en esta etapa tan complicada para él hasta que el miedo desaparezca. Si la somnifobia se prolonga en el tiempo, entonces será necesario consultar con un profesional para ayudar al niño a superar su miedo. A veces solo se trata de fases cortas, asociadas a un momento de estrés de cualquier tipo (en casa, en el colegio…) y con tu apoyo conseguirá superarlo.
Los niños, sobre todo cuando son pequeños, tienen una imaginación desbordante. Y eso, unido a que en ocasiones no distinguen fantasía de realidad, puede causar el miedo a dormir solos. Los monstruos imaginarios, la oscuridad, cosas que han visto u oído durante el día… todo confluye en su pensamiento y aflora de manera confusa al llegar el momento de irse a la cama. Como te decíamos, se trata de una cuestión evolutiva que, por lo general, solo requiere de paciencia y apoyo por tu parte.
Si se trata de una etapa corta, no hay razón para preocuparse, pero sí conviene prestar atención a los síntomas que pueden indicarnos que nuestro hijo está atravesando una fase de somnifobia:
Hablar con un niño de su miedo a dormir no siempre es sencillo, porque suelen evitar hablar del tema que tanta angustia les produce. En tu mano está intentar tranquilizarle y ofrecerle tu ayuda.
Estas estrategias son las que recomiendan los expertos:
No le quites importancia
Aunque no entiendas el miedo de tu hijo, es completamente normal lo que le está pasando y para él es muy doloroso. Respeta y valida sus emociones, animándole a expresar cómo se siente y no le quites importancia ni lo ridiculices.
Su habitación: un espacio seguro
La habitación del niño debe ser un espacio tranquilo, seguro y relajado. Asegúrate de que está bien ventilada, que el colchón es confortable, que no hay ruidos que le perturben y que puede estar acompañado de elementos de apego como los peluches.
Un cuento antes de ir a dormir
Los cuentos son perfectos para ayudar al niño a relajarse y a despejar los miedos que le impiden conciliar el sueño. Elige cuentos para leerle cuando vaya a la cama que propicien pensamientos bonitos, y evita aquellos que hablen de monstruos o tengan historias tristes.
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