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Los 6 mejores deportes para el desarrollo de los niños

Educación física es una de las asignaturas imprescindibles en la programación educativa de cualquier centro escolar. Pero según la Organización Mundial de la Salud (OMS) un par de clases a la semana no alcanzan para cubrir la necesidad de ejercicio de un niño. Así que toca recurrir a las actividades extraescolares y al tiempo libre en familia para conseguir que nuestros hijos practiquen algunos de los mejores deportes para el desarrollo de los niños.

La OMS recomienda que los niños realicen actividades deportivas todos los días y, al menos, durante 60 minutos. Esta recomendación se hace con la intención de proteger y fortalecer la salud de los menores y, al mismo tiempo, para conseguir frenar el sobrepeso y la obesidad que se postula como la epidemia de este siglo entre niños y adolescentes en países desarrollados. 

Hacer deporte puede resultar una actividad muy estimulante para un niño, ya que favorece la integración social y potencia sus capacidades físicas. Además, le ayuda fortalecer huesos y músculos, mejorar la postura corporal, favorecer el descanso nocturno, mantener un peso saludable y eliminar el estrés.

Todo esto se aprecia a corto plazo, pero también se convierte en un seguro de salud a futuro, por lo que todo son beneficios a la hora de hablar de infancia y crecimiento en relación con el deporte. Para que tu hijo se “enganche” al deporte es muy importante que tengas en cuenta sus preferencias y que, al mismo tiempo, le motives y animes a realizar actividad física como parte de su estilo de vida. Seguro que en este listado hay más de un deporte que le apetece descubrir.

Natación

Tiene fama de ser el deporte más completo y no le faltan motivos para ello. La natación ejercita todos los músculos del cuerpo y aumenta la flexibilidad. Es importante aprender a nadar con una buena técnica para que este deporte ayude a prevenir y corregir problemas posturales. No hace falta mencionar lo importante que es saber nadar para la seguridad del niño, sobre todo en los meses de verano. Y, también muy importante, la inmersión en el agua ejerce un efecto muy positivo a nivel mental y emocional, propiciando la relajación y la sensación de bienestar.

Baloncesto

El baloncesto es uno de los deportes de equipo más populares, ya que combina el trabajo en equipo con el estímulo de la competición. La exigencia física es alta, al igual que la coordinación motora y el trabajo cardiovascular. Se fortalecen músculos y huesos, se queman calorías, desarrolla la agilidad física y también la mental, ya que se trata de un deporte en el que la estrategia es imprescindible. Libera endorfinas, se aprende a trabajar en equipo y a controlar la frustración. 

Ciclismo

El ciclismo es ideal para incorporar como deporte al aire libre durante los fines de semana. Es casi una tradición que los niños aprendan a montar en bici en familia, así que continuar con esa actividad es un buen plan. En el aspecto deportivo, montar en bici refuerza el sistema inmunitario, ya que es una excelente actividad cardiovascular, y tonifica sobre todo la musculatura de las piernas. Por otro lado, puede ayudar a reforzar vínculos familiares y a ser un estímulo mental cuando se planifican rutas diferentes en las que se descubren lugares y paisajes. 

Judo

El judo es un arte marcial milenario que procede de Japón y que triunfa como actividad deportiva extraescolar. Se trata de una disciplina de combate con principios de defensa y autocontrol que estimulan y regulan la mente. Todo esto sin olvidar que a nivel físico se trabaja el cuerpo de manera integral, con especial atención al equilibrio, la coordinación y la capacidad de reacción. Además del judo, hay otras artes marciales, como el taekwondo o el karate, que son igual de completas.

Fútbol

No hay discusión acerca de la popularidad del deporte rey y, más allá de su éxito como deporte nacional, sus beneficios lo convierten en una opción estupenda para que tus hijos se mantengan en forma. Y es que el fútbol favorece el desarrollo muscular del cuerpo, sobre todo de las piernas, aumenta la velocidad, la potencia y la resistencia aeróbica. No hay que olvidar que se trata de un deporte en equipo, algo que siempre estimula las habilidades sociales del niño. 

Gimnasia rítmica

Siempre se ha pensado, y con razón, que la gimnasia rítmica ayuda a conseguir y mantener una buena postura corporal. Pero es mucho más, ya que favorece el desarrollo físico a través de la fuerza, la coordinación y el equilibrio. Y quizás uno de sus puntos fuertes es cómo consigue combinar la disciplina con la creatividad y la perseverancia con la expresión artística. También mejora la confianza y la autoestima, al tiempo que fomenta un estilo de vida activo y saludable que mantener a lo largo de la vida.

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