En julio de 2018, Adriana Abenia se convertía en mamá con la llegada de su hija Luna. Desde ese momento, su cuenta de Instagram se ha convertido en un lugar de debate y ayuda entre madres, ya que comparten experiencias y buscan consejos. “Desde que fui mamá me habéis ayudado un montón”, explicaba la presentadora.
A raíz del último episodio que ha vivido con su hija, la presentadora ha querido hablar de ello abiertamente en sus redes sociales para, con su experiencia, ayudar a otros padres que puedan estar atravesando lo mismo.
“Ayer a la 1:30 de la noche, yo viendo una serie en la tele y, de repente, escucho a Luna llorar desconsoladamente. Me acerco a su habitación, porque hace tres semanas aproximadamente que la hemos sacado de nuestro cuarto, y la veo que está golpeándose con los barrotes, rígida completamente, fuera de sí y chillando”, explica.
“No me escuchaba. 10 minutos así, yo casi llorando porque no pude mantener la calma. Trataba de acariciarla, pero estaba fuera de sí”, relata la presentadora. Tras esta complicada situación, Abenia recurrió a su marido y decidieron acudir al hospital porque “no me hacía con ella”.
“Me puse los pantalones corriendo y cuando llevábamos 3 minutos en el coche, reaccionó, me sonrió como si no hubiera pasado nada, no recordaba el episodio que acabábamos de vivir”, cuenta, contenta de que todo quedase en un pequeño susto. Adriana se dio cuenta entonces de que lo que le estaba ocurriendo a su hija se llama terrores nocturnos.
Tras vivir este episodio, Adriana Abenia ha leído sobre ello y ha querido compartir la información que ha encontrado con sus más de 200 mil seguidores. “Suceden con más frecuencia en los niños pequeños y ocurren en lo más profundo del sueño. Durante un terror nocturno, un niño puede llorar sin control, sudar y temblar, tener la mirada aterrorizada, gritar y patear, e incluso no reconocer a sus padres”, ha compartido la presentadora.
Uno de los errores que la presentadora contaba que había cometido es intentar despertar a su hija mientras está sufriendo esta etapa de terror del sueño. “La vi así y no sabía si tenía algo físico o psicológico. Cuando les ocurre algo así no hay que despertarles, cosa que yo intenté y que está mal”, explica.
Entre otro de los consejos que se deben seguir, es importante mantener la calma: “A veces son más aterradores para los padres que para el niño”. Y por último, asegurarse de que el niño no puede hacerse daño, ya que una de las cosas que pueden hacer es golpearse y gritar.
El pasado 17 de enero, Luna estaba de celebración. “18 meses de felicidad absoluta”, escribía su madre en redes sociales. “Luna venía al mundo para llenarnos de felicidad con su 2,850 kilitos. Gracias por preocuparos tanto por mini Abenia y por mí durante el embarazo”, escribió tras encontrarse por primera vez con su hija.