Durante el embarazo es muy normal que se tengan antojos. Es decir, que la mujer se obsesione con un determinado alimento o plato, que hace que se sienta mejor cuando lo come. Esto también les sucede a muchas celebrities, como a cualquier otra madre, pero eso sí, sus antojos suelen ser noticia. Como ya hemos comentado, los antojos son un tipo de capricho, relacionado, generalmente, con los alimentos o con la comida que deben satisfacerse casi al instante y puede variar de un producto a otro. También, pueden ser mezclados.
Se piensa que estos vienen dados por una deficiencia nutricional y una carencia de la vitamina B, las hormonas, los cambios y, también, la ansiedad puede hacer el resto. Eso sí, no todas las mujeres experimentan este tipo de obsesión por una cierta comida y encontramos a una de cada tres que sí lo viven. Sin embargo, habrá que tener cierta precaución, ya que no siempre estos antojos son muy saludables y habrá que tener en cuenta que las embarazadas no podrán tomar ciertos alimentos, como aquellos crudos o poco cocinados, por riesgo de contraer toxoplasmosis.
Como ya hemos comentado es algo normal que le sucede a las embarazadas y, por tanto, nuestras famosas no iban a ser menos. La presentadora Pilar Rubio confesó que uno de sus embarazos había tenido un antojo de lo más extraño. La madrileña se desvivía por un bocadillo de calamares -hasta ahí todo bien-, pero acompañado de una salsa americana y un poco de chocolate. Lo cierto es que la mezcla era de lo más explosiva y no apto para todos los paladares.
Sí que es verdad que no todas nuestras famosas que han estado embarazadas han comentado cuáles han sido sus antojos. Se rumorea que Penélope Cruz llegó a comer, en grandes cantidades, chocolate y jamón serrano. Esto último porque, probablemente, echaba mucho de menos su tierra. También, Paula Echevarría comentó que, durante este embarazo, un buen jamón no podía faltar en su nevera ni tampoco los churros. Por su parte, Sandra Gago, que será madre de Darío, junto a Feliciano López tampoco se ha podido alejar de un plato francés, que consiste en una carne asada acompañada de una salsa de mantequilla y patatas fritas.
La actriz María Castro, que ha tenido a su segunda hija, Olivia, en los últimos meses, se obsesionó con la pizza casera, mientras que Laura Escanes tuvo antojo de aceitunas. Por su parte, Hiba Abouk comentó que le encantaban los productos avinagrados durante su embarazo, como pueden ser las aceitunas o los pepinillos. Si ya cruzamos el charco y echamos un vistazo a nuestras celebrities más internacionales, a la cantante Mariah Carey le dio por tomar granizados de frutas y Beyoncé estaba obsesionada con las salsas de tomate.
La diseñadora Victoria Beckham tuvo antojo de pan con mermelada de naranja y Jessica Simpson se obsesionó con los macarrones con queso. Pero, si hablamos de la familia más famosa de la televisión, Kourtney Kardashian comió mucho chocolate durante uno de sus embarazos y, también, se obsesionó con los sándwiches con salsa de pepinillos y mayonesa. Por su parte, Hillary Duff incluía en todas sus comidas alguna salsa picante. Y la actriz Natalie Portman volvió a comer carne, a pesar de que era vegetariana.
Pero, ¿todos estos antojos son raros? Lo cierto es que según un estudio de Deliveroo, el chocolate (68 %) es el antojo por excelencia, seguido por el helado (57 %) y las patatas fritas (39 %). Algo más alejado de estos caprichos, destacan la fruta (33 %), las aceitunas (25 %), las anchoas (25 %) y las galletas saladas (25 %). Respecto a la frecuencia, el estudio apunta que por la tarde (41%) es el momento en el que suelen aparecer los antojos de las embarazadas y, también, por la noche.
Además, cuando aparecen estos antojos, la mayoría de ellas confiesan que necesitan saciarlo al momento y, por eso, deciden ir a la cocina y comer cualquier otra cosa, que les calme esa ansia. Por su parte, un 29% aseguran que le piden a su pareja o a algún familiar que vaya a comprar lo que les apetece. Sí que es cierto que suelen primar las combinaciones extrañas y mezclas inverosímiles como pepinillos con chocolate, bocadillo de lentejas o anchoas con leche condensada.