Cuando unos padres deciden ampliar la familia, es muy habitual que se pregunten cómo llevarán sus hijos la presencia de un hermanito. El hecho de que un nuevo miembro en el clan precise de una atención especial, esa de la que antes gozaba el mayor de manera exclusiva, suele provocar esos famosos celos que a veces son tan complicados de gestionar. Y en esas están en casa de los Ramos Rubio, donde a falta de dos son cuatro los peques con ansias de destacar. Esto, desde que nació Máximo Adriano el pasado mes de julio, ha pasado a ser un problema. Y así lo ha querido compartir la propia Pilar en una entrevista para la revista ¡Hola!
Fue en marzo de 2018 cuando Pilar Rubio y Sergio Ramos dieron la bienvenida a su tercer hijo. Por entonces, la pareja no tenía claro si se plantarían, si este sería el último. Tampoco se les pasó por la cabeza la palabra 'pandemia'. Y dos años después, ambas cosas sucedieron con la llegada de un cuarto hijo. Durante este tiempo, en esa mansión de la que pronto se van a desprender, había un pequeño de la casa: Alejandro. ¿Qué sucedió cuando, de pronto, papá y mamá aparecieron con un nuevo bebé en brazos? ¿Qué tal está gestionando esto de no ser el último?
"Alejandro, que era el pequeño hasta que nació Máximo Adriano, se ha vuelto un poco más rebelde", ha confesado la presentadora en el medio antes mencionado. Y su actitud es de manual: "Intenta llamar la atención, pero es normal". Por su parte, Sergio hijo y Marco, los dos primeros hijos de Ramos, "no sienten esa competencia porque son más mayores". Sin embargo, a pesar de estas pequeñas rabietas, "todos le quieren mucho, le cogen y le dan besos". "Luego juegan entre ellos tres. Al final, el bebé está en otra onda: come o duerme", ha apuntado con naturalidad.
No solo de celebrities vive Divinity. Aquí también somos expertos en maternidad, y hace unos meses nos pusimos en manos de expertos para conocer cómo actuar en casos como este. "Que no se sienta desplazado es fundamental", nos explicó Verónica Pérez Ruano, psicóloga y autora del libro 'Sobreviviendo a las rabietas'. "Por ejemplo, podemos explicarle que el bebé dormirá en la habitación de mamá y papá, pero que si él por la noche quiere venir a dormir porque tiene miedo lo podrá seguir haciendo. Pasar mucho tiempo con el niño no es lo mismo que estar presente, darle mirada, atención, estar realmente con él, sin distractores externos y por el placer de compartir tiempo".