El baño es uno de los momentos más especiales para los pequeños de la casa. Y, también, será reconfortante para los padres, ya que nos indica que el día se está acabando y ya queda menos tiempo para que los pequeños se vayan a dormir. Aún así, muchos padres suelen preguntarse cuántas veces será recomendable bañar a los pequeños. Lo cierto es que muchas personas establecen las rutinas de baño como algo totalmente necesario, no obstante, muchos expertos apuntan a que no será recomendable que los niños se bañen todos los días. Los pediatras ven en el baño diario un aumento considerable de las afecciones cutáneas.
Y no solo eso, la Academia de Pediatría ya ha apuntado que el exceso de baño puede reducir las bacterias naturales con las que los bebés cuentan y les hará más susceptibles a las infecciones y a las erupciones cutáneas. Tampoco será nada recomendable para su cabello, que perderá sus componentes más importantes. Cabe destacar que un bebé no se ensuciará ni sudará como un adulto. Además, la piel tendrá sus propios mecanismos de limpieza y la excesiva frecuencia puede irritarla, sobre todo si el pequeño tiene la dermis muy sensible, se utilizan productos de baño poco adecuados o se emplea agua caliente.
A pesar de esto, sí que es cierto que el baño proporcionará al pequeño una infinidad de beneficios. Su principal ventaja es que se trata de un momento totalmente estimulante para el bebé, ya que le aportará nuevas texturas, nuevas formas de jugar y de interactuar. Todo esto favorecerá a su desarrollo intelectual. Además, también será el momento perfecto para fortalecer el vínculo entre el niño y los padres. Los sentidos del pequeño se agudizarán en el agua, ya que oirá sonidos que para él antes eran totalmente desconocidos, como el agua chapoteando. También, descubrirá nuevas texturas con el agua y la espuma.
También, el agua le proporcionará al pequeño una forma de aprender. Moverse en el agua de distintas maneras le ayudará a fortalecer sus músculos, aprendiendo a controlar mejor su postura corporal. Además, aprenderá cómo se hunden sus juguetes en el agua, mientras que otros no lo hacen. Eso sí, para que el bebé se acostumbre será muy importante realizar el baño a la misma hora todos los días. También, será esencial una buena seguridad. Por eso, lo mejor será que tengas preparado todo lo que necesites antes de meter al pequeño en el agua. Así, la temperatura tendrá que ser óptima, habrá que sujetarle firmemente, dejar el lavado de la cabeza para el final y procurar que no le entre agua en los ojos.
Pero, entonces, ¿cada cuánto habrá que bañar al bebé? Lo cierto es que cuando estos comienzan a crecer y caminan y gatean empiezan a tocarlo todo. Por eso, habrá que lavarles con más frecuencia. Hay investigaciones que han apuntado que no es aconsejable lavar al pequeño a diario, ya que su piel, al ser más fina que la de los adultos, presenta una mayor debilidad en las diferentes capas, lo que implica que sea más delicada y vulnerable. Desde que nacen, la piel de los pequeños forma una capa ácida protectora de grasa, sudor y gérmenes útiles. Esta protección que segregan será recomendable no quitarla a cada momento.
Eso sí, hay una zona que nunca podremos descuidar como es la del pañal, ya que en cada cambio habrá que dedicar una especial atención a la parte trasera. La higiene de esta zona será fundamental porque es aquí donde la piel del bebé sí entra en contacto con las bacterias y la humedad que pueden hacer que aparezcan afecciones diversas. Otras zonas a revisar sería el cuello o aquellas donde hay piel con pliegues. En definitiva, habrá que ser conscientes de la importancia del baño, pero tampoco habrá que obsesionarse.
Así, unas tres veces por semana sería suficiente para mantener al pequeño limpio, aunque sí que es cierto que habrá que prestar atención a las necesidades especiales de cada uno. Eso sí, cabe destacar que hasta que se le caiga el cordón umbilical solamente será necesario lavar al pequeño con una esponja, no habrá que meterlo en una bañera. Por eso, durante los primeros años de vida del pequeño será recomendable bañarlo una o dos veces por semana.