Los masajes son imprescindibles en la rutina beauty de todas las celebrities que quieren lucir palmito. Y, posiblemente, entre todos los tipos de masajes que existen, la capacidad del drenaje linfático para acabar con la retención de líquidos lo convierte en el preferido de muchas mujeres.
Cuando ponemos todos nuestros esfuerzos en alcanzar el peso ideal nos centramos en la pérdida de grasas y en la tonificación muscular, pero existe un peso sobrante que no es sencillo eliminar, y es el causado por los líquidos que retiene nuestro organismo. En principio nos preocupa menos que las grasas, pero no podemos dejarlo a un lado si realmente queremos adelgazar.
Por eso la retención de líquidos es una de las principales preocupaciones a la hora de mantener a raya nuestro peso, ya que afecta a muchas personas y puede tener diferentes causas. Para combatirlo es necesario saber qué lo produce y utilizar las mejores armas que tengamos a nuestra disposición.
También se la conoce como edema, y es una acumulación excesiva de líquidos en los tejidos, que llega a hacerse visible y nos da la sensación de engordar como si estuviéramos hinchados. Las causas de la retención de líquidos pueden ser patológicas o no. Conocer la diferencia nos permitirá abordar el problema y, sobre todo, cuidar de nuestra salud para evitar complicaciones.
Cuando la causa es patológica es necesario consultar con un profesional médico, porque puede tratarse de un problema circulatorio, una enfermedad renal o hepática, o una insuficiencia cardiaca. Si no es así, la retención de líquidos puede estar causada por una mala dilatación en las venas, que puede resolverse con ciertos cambios en el estilo de vida y con la ayuda de masajes de drenaje linfático.
Es un mal que afecta a muchas mujeres porque suele acompañar a los diferentes cambios hormonales que se producen de manera constante con la menstruación, pero también con el embarazo y la menopausia. El consumo de determinados medicamentos o el sobrepeso también suelen ser la causa de la retención de líquidos. No hay una edad determinada para que la retención de líquidos aparezca ya que, aunque se considera más común en edades avanzadas, puede padecerse desde la adolescencia.
Por lo general se aprecia un aumento de peso progresivo sin causas aparente. La hinchazón se aprecia, sobre todo, en la piernas y en los tobillos, y el perímetro abdominal aumenta de manera evidente. También pueden hincharse las manos y muñecas, al igual que los ojos y la cara. Desde el punto de vista estético, podemos apreciar un aumento de la celulitis.
Puesto que el organismo no está eliminando líquidos como debería, se reduce notablemente la frecuencia de la micción, aunque se beban líquidos. Por otro lado, es habitual experimentar una sensación de pesadez en el cuerpo, acompañada de una sensación de fatiga, cansancio y malestar.
El principal objetivo de este masaje es trabajar el sistema circulatorio y movilizar los líquidos del organismo mediante movimientos ligeros y suaves, pero lo suficientemente intensos como para favorecer la activación del sistema linfático. Este sistema es el encargado de hacer que el organismo se depure, eliminando las toxinas acumuladas y otras sustancias de deshecho.
Cuando el masaje está realizado por un profesional en medicina estética se aplica para mejorar los problemas de circulación, el tratamiento de la celulitis y las piernas cansadas, además de procurar disminuir el volumen del cuerpo en general.
En una sola sesión es posible que ya notes el cuerpo más ligero, y esta sensación aumenta si eres constante en el masaje, además de apreciar los resultados de manera visible. En función de cuál sea el nivel de retención, podrías necesitar hasta diez sesiones para que sea realmente efectivo y aprecies el cambio físico.
Todo esto se consigue gracias a que el drenaje linfático reduce la inflamación general y localizada, ayuda a que los líquidos se reabsorban y eliminen, y consigue que sientas el cuerpo relajado, libre de estrés. Hay expertos que, de hecho, recomiendan que planifiques tus masajes cuando puedas permitirte descansar después, para aprovechar al máximo esa sensación de relax.
El drenaje linfático es una de las formas más eficaces de luchar contra la retención de líquidos, pero no es suficiente por sí solo si no tenemos en cuanta otros aspectos muy importantes, como la alimentación. De hecho, lo que comemos y dejamos de comer influye muchísimo en la cantidad de líquidos que podemos llegar a acumular.
Como consejos imprescindibles, bebe al menos 1´5 litros de agua al día, reduce (o elimina) el consumo de embutidos, ultraprocesados y bollería industrial. También es importante reducir notablemente el consumo de sal y de alimentos salados, como las galletitas de aperitivo o los frutos secos con sal añadida.
El ejercicio físico es fundamental para cuidar de nuestra salud en general y, por supuesto, para acabar con la retención de líquidos. Y si por razones laborales pasas muchas horas sentadas, estira las piernas y camina un poco siempre que te sea posible. Ya verás como con un poco de constancia y un buen masaje consigues despedirte de la incómoda retención de líquidos.