Llevan un tiempo colándose en las redes sociales y apareciendo de forma constante en los posts de aquellos celebrities que acaban de ampliar su familia, que tienden a agradecer su profesionalidad, humanidad y su trato a la hora de ayudarles a traer al mundo a sus recién nacidos. El baby boom vip que vivimos el pasado año y los nacimientos que llevamos en este corto periodo de tiempo del 2021 han provocado que se intensifique su presencia, siendo cada vez más los rostros que no dudan en contratar los servicios de este equipo médico. María Pombo y Pablo Castellano, Sandra Gago y Feliciano, Patricia Montero y Àlex Adrover o Almudena Navalón y Manuel Carrasco son solo una pequeña porción de parejas famosas que se han puesto en las manos de Bmum para afrontar uno de los momentos más inolvidables de su vida. En Divinity desvelamos todos los detalles de esta clínica y la razón por la que es la preferida entre nuestras celebrities.
Jackie Calleja y Abigail Nuñez empezaron a elaborar hace cinco años este proyecto tras el nacimiento de su tercer hijo, que requirió más atención durante los primeros meses de vida. El matrimonio desvelaba en una entrevista para la Voz de Galicia que su objetivo a la hora de crear este centro era ofrecer a las futuras mamás lo que ellos no pudieron encontrar en otros centros que disponen de muchas más dotaciones técnicas y personales. “Al final te das cuenta de que lo importante es el caramelo, y no el envoltorio”, señalaba el ginecólogo y director general de Bmum.
Proyecto que, en sus propias palabras, ha paralizado sus vidas desde que dieran el pistoletazo de salida, viviendo exclusivamente por y para su centro. Un sacrificio, esfuerzo y un cese a sus planes personales que ha dado su fruto. “Algunas personas piensan: ‘qué suerte, qué bien les va’, pero no es suerte”, apuntaba el fundador en esta cabecera, manifestando que el 95 por ciento de sus pacientes no son famosos, pero reciben el mismo trato que ellos.
Uno de sus compromisos principales es que su atención no se limita de forma exclusiva al día del parto, sino que sus servicios están basados en las necesidades de los papás y se alargan desde el embarazo hasta que la familia está aclimatada al bebé. “La clave es que les hacemos sentir como una familia”, desvelaba Jackie uno de sus ingredientes principales para el éxito. Sus pacientes disponen de sus teléfonos personales por si necesitan resolver cualquier tipo de duda durante este periodo. “Damos mucha importancia al plano emocional, al bienestar de los pacientes, no solo en cuanto al trato profesional sino a los valores”.
Otro de los puntos fuertes de esta clínica es el trato personalizado que ofrecen. El mismo equipo que atiende a la embarazada el primer día es el que está presente cuando finalmente da a luz, sea el día y la hora que sean. Esa es la esencia de su filosofía, respetar los tiempos de gestación y no programar ni inducir los partos, actuando a la hora de la verdad con el mínimo intervencionismo posible y creando un “clima de cercanía y tranquilidad” en el paritorio. En una charla para ¡Hola!, Calleja aseguraba que este ambiente aporta numerosos beneficios a madres e hijos, llegando a reforzar su vínculo y favoreciendo el inicio de la lactancia materna.
Sus pacientes adquieren una cierta sensación de tranquilidad al conocer en qué manos van a ponerse cuando llega el momento de dar a luz, algo que no sucede en el resto de hospitales, donde la responsabilidad la asume quienes están de guardia en ese momento. “Esto es lo que hace que una pareja esté pendiente de disfrutar no de si tiene miedo, dolor o nervios”, aseguraba al periódico. Además, una vez que se ha dado a luz, las madres encuentran apoyo en el posparto, ofreciendo una rehabilitación del suelo pélvico o clases de hipropesivos para recuperar el estado físico previo al embarazo.
En la actualidad, este equipo está formado por cerca de 20 personas, entre ellos algunos compañeros de trabajo del pasado con quienes compartían ideales y formas de entender este proceso tan humano. Sus tarifas son variadas: las consultas, ecografías y análisis tendrían un precio medio de 150 euros a lo que habría que añadir el coste del momento del alumbramiento, que ascendería a los 6 mil euros. A pesar de que cuentan con instalaciones propias a las afueras de la capital, en Aravaca, donde suelen reunirse todos los profesionales especializados en esta materia, los partos se llevan a cabo en un hospital de Madrid. “Estaremos a tu lado en tu parto, para hacerlo especial y respetado. Pero también después, porque en ese camino también vamos a ser tu apoyo”, señalan en su página web oficial.