En los primeros meses de vida será muy importante controlar el color de las heces del bebé. Así, su color podrá cambiar dependiendo de las bacterias que formen la flora intestinal del pequeño. De esta forma podremos ver colores variados como el verde mostaza, el amarillo o el marrón. Además, tanto el color como las consistencias podrán ser diferentes y, por tanto, no será raro ver que las heces del bebé están de color verde.
Uno de los primeros colores que pueden experimentar las heces del bebé es un tono negro verdoso. Esto se debe a la bilis, que es de ese color. Además, si mezclamos eso con el blanco de la leche, esto hará que las heces sean más claras. Aunque sí que es cierto que podrá pasar directamente de negro a amarillo con grumos blancos.
Esto se produce porque, cuando el bebé llega a este mundo, son diversos los pequeños bichos que comienzan a colonizar su intestino. La mayoría de estos gérmenes suelen digerir la bilis, transformándola en amarilla o marrón y dando el color habitual que tiene la caca. Eso sí, en algunas ocasiones, el cambio en la flora y los bichos que hay no digieren bien la bilis, saliendo de su color original; la caca verde. Esto será bastante frecuenta en las primeras fases de introducción de la alimentación y, también, durante la dentición.
Estas heces verdes pueden darse en los cambios en la alimentación. Cuando un bebé toma una alimentación todos los días, los gérmenes que hay en su intestino son aquellos que mejor se están adaptando a la composición de esa leche. Por eso, si un bebé toma leche artificial y la cambiamos por una de otra marca, esto podrá hacer que su flora intestinal cambie. Por ello, será recomendable no cambiar de leche sin tener ningún motivo. Si mantenemos la misma leche durante un tiempo haremos que la flora intestinal se asiente firmemente.
Además, no habrá que alarmarse si por esto la caca cambia de color, no habrá que hacer nada si no se tienen molestias. Si al cambiar el color aparecen más gases, dolor de barriga o irritación de la piel entorno al ano será muy importante consultarlo con un especialista. En estos casos se suele dar un probiótico para introducir esos gérmenes buenos.
Otra de las causas de estas heces sean verdes podrá ser una infección intestinal, lo que acelerará el tránsito intestinal y causará diarrea. Como resultado, la bilis, es decir, la sustancia verdosa que es la responsable de digerir las grasas, se eliminará rápidamente de los intestinos. En este caso, si el pequeño tiene más de tres deposiciones líquidas u otros síntomas, como fiebre o vómitos, se debe consultar al pediatra.
El color de las heces podrá cambiar debido a la sensibilidad a los alimentos de la dieta de la madre o del alto consumo de alimentos por parte del bebé que ya come sólido. Es por eso que las madres deben tener una dieta equilibrada y tener en cuenta que algunos nuevos alimentos pueden causar cambios en las heces del bebé.
Para aquellos bebés que ya coman alimentos sólidos se podrán retirar aquellas verduras verdes y se observará una mejora en los síntomas. También, el uso de medicamentos, como los antibióticos, puede cambiar el color de las heces al disminuir la flora intestinal. En estos casos, las bacterias intestinales beneficiosas contribuirán al color natural de la caca.
Es por eso que si se puede se tendrá que retirar la medicación y observar si hay una mejora del color después de tres días. En el caso de que esto no ocurra y de que persista en el tiempo será importante consultar qué es lo que está sucediendo con un especialista. Además, habrá que controlar si aparecen síntomas de dolor y diarrea. En el caso de que el color de las heces sea de color rojizo habrá que tener especial cuidado, ya que puede deberse a un sangrado intestinal o que el pequeño tiene problemas hepáticos.