Es muy probable que hayas oído hablar de las células madre y quizás te hayas podido preguntar sobre si podrán ayudarte en algún momento de tu vida y sobre su importancia. También, es muy normal que tengas dudas sobre lo que son, cómo se usan para tratar enfermedades graves y por qué son un tema que genera tanta controversia. Por eso, lo primero hay que dejar bien claro es qué son las células madre: se trata de la materia prima del cuerpo; a partir de ellas se generan todas las demás células con funciones especializadas.
Bajo las condiciones más adecuadas, tanto en un laboratorio como en el cuerpo humano, las células madre se dividen para formar más células llamadas ‘células hijas’. Estas se convierten en nuevas células madre o en células especializadas, con una función más específica, como células sanguíneas, cerebrales, del músculo cardíaco u óseas. Ninguna otra célula del cuerpo tendrá la capacidad natural de generar nuevos tipos de células.
Una de las mayores cargas de células madre se encuentra en el cordón umbilical, que une al feto y a la madre. Por eso, muchas mujeres deciden conservar sus células madres para un futuro. Los investigadores y los médicos creen que estas células madre pueden ayudar a, por ejemplo, aumentar la comprensión sobre cómo ocurren las enfermedades. Al observar la maduración de las células madre hasta formar las células de los huesos, el músculo cardíaco o los nervios, los especialistas pueden comprender mejor cómo se desarrollan determinadas enfermedades y afecciones.
Además, estas células sanas reemplazan a aquellas que pueden estar enfermas, ya que las células madre pueden convertirse en células que ayuden a regenerar y reparar ciertos tejidos enfermos o dañados. Por tanto, las personas que podrían beneficiarse de las terapias de células madre son aquellas que tienen lesiones en la médula espinal, diabetes tipo 1, enfermedad de Parkinson, Alzheimer, quemaduras, cáncer y osteoartritis.
Las células madre ayudarán a probar nuevos medicamentos, en cuanto a seguridad y eficacia. Antes de usar medicamentos experimentales en personas, los expertos utilizan diferentes tipos de células madre para probar la seguridad y la calidad de los mismos. Por ejemplo, se pueden generar células nerviosas para probar un nuevo medicamento que busca tratar una enfermedad nerviosa. Las pruebas pueden demostrar si el nuevo medicamento tiene algún efecto sobre ellas y si estas se han visto dañadas.
Como ya hemos comentado, una de las mayores cargas de células madre están en el cordón umbilical, pero también las podemos encontrar en tejidos adultos, como la médula ósea. Respecto a las células madre embrionarias, estas provienen de embriones que tienen entre tres o cinco días de vida. Además, se trata de células madre pluripotentes, lo que hará que puedan dividirse en otras células madre o puedan convertirse en cualquier tipo de célula madre del cuerpo. Las células madre que se encuentran en el líquido amniótico o en el cordón umbilical tendrán la capacidad de convertirse en células especializadas. El líquido amniótico es la bolsa que recubre al bebé cuando este se encuentra en el útero y los investigadores han identificado esas células madre para detectar algún tipo de anomalía que pueda sufrir el bebé.
La sangre del cordón umbilical suele utilizarse, hoy en día, para tratar enfermedades en niños con trastornos sanguíneos como la leucemia o con enfermedades sanguíneas, como la anemia de Fanconi. La sangre del cordón es trasplantada al paciente, donde las células madre generarán células nuevas y sanas para reemplazar a aquellas que se han visto dañadas. En ese caso, la sangre del cordón ofrece una alternativa muy útil para los trasplantes de médula ósea de algunos pacientes. Será más fácil extraer que la médula ósea y puede estar congelada hasta que sea necesario. Además, parece menos susceptibles que la médula ósea de causar rechazo inmune o complicaciones como la enfermedad de injerto contra huésped.
De todas formas, los trasplantes de sangre de cordón umbilical también tienen sus limitaciones. Por ejemplo, para el tratamiento en adultos, normalmente se requieren dos unidades de sangre de cordón umbilical por paciente. Además, la sangre del cordón solo podrá ser utilizada para tratar enfermedades sanguíneas. Aún así, los expertos tienen claro que la sangre del cordón umbilical es una importante fuente de células madre sanguíneas y esperan utilizar todo su potencial para tratar trastornos sanguíneos, que aún estar por descubrir.