Cam, el bebé de Elena Tablada, “se hace grande”. Desde que nació su hija el pasado mes de abril, la diseñadora está viviendo experiencias nuevas y de forma diferente a como las vivió diez años atrás con Ella Bisbal, su primera hija. La mujer de Javier Ungría ha decidido ponerle pendientes a su hija y, debido a la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus, las medidas están siendo más especiales que nunca. En casa y dándole de mamar, así ha sido la puesta de los primeros pendientes de la pequeña Camila.
La diseñadora ha confiado en Maite Navarro, una matrona especializada en la puesta de primeros pendientes “con amor y sin dolor”. “Gracias por tanto cariño, Elena, por nuestra mañana tan bonita juntas con Camila y Ella”, escribía. El día tampoco fue diferente para Tablada, que en sus redes sociales aseguraba no haber vivido nunca una experiencia “tan llena de paz y amor”. A través de un vídeo hemos sido partícipes del momento en el que ponían los primeros pendientes a su bebé mientras mamaba.
Esta puesta coincidía con el día en el que Madrid pasaba a la fase 1 de la desescalada, un paso importante camino a “la nueva normalidad”. En esta primera fase, que ya han experimentado anteriormente otras comunidades de España, está permitido volver a ver a familiares y amigos, motivo por el que la capital se llenó de reencuentros. El día, que empezó con la puesta de sus primeros pendientes, terminó siendo aún más especial. Unos días después de la llegada al mundo de su segunda hija, también nacía Olí, el hijo de Naelé Tablada. La diseñadora ha podido reencontrarse con su familia y conocer a su primer sobrino.
Las dos hermanas han vivido juntas la experiencia de la maternidad. En este primer encuentro, la diseñadora ha expresado cómo ha sido la sensación de tener en brazos a su primer sobrino. “Ellos no lo saben aún, pero su unión será infranqueable, única y especial durante el paso de los años y a través de la eternidad”, escribía. El “pollito flaco”, como ha llamado a su primer sobrino, se encargará de proteger “a mis dos princesas por el resto de sus vidas”.
Conocer a Oli ha supuesto para Tablada descubrir una nueva forma de amar, “un amor completamente nuevo”. “Por fin tengo en mis brazos a mi chiquitín. Cómo te hemos deseado. Aquí estoy para ti, por siempre”, le ha dedicado Elena a su sobrino.