Maternidad sin miedos: descubre todos los beneficios que te puede aportar el coaching para mamás
Ser madre es tan intuitivo y sencillo como complejo y frustrante, y a veces nos cuesta poner el foco en todo lo bueno que tenemos y que podemos ofrecer, a nuestros hijos y a nosotras.
El coaching para madres puede serte de gran ayuda a la hora afrontar la maternidad sacando lo mejor de ti y disfrutándola al máximo.
Seguro que conoces la figura del coach, una profesión de moda que implica que un profesional te ayuda a mejorar tu vida en aquellos aspectos que consideras necesarios. Si pensamos en la gran responsabilidad que supone ser madre, tenga la edad que tenga un hijo, no es de extrañar que el coaching para mamás esté ganando cada vez más terreno.
La maternidad, en cualquier etapa, supone enfrentarte a un sinfín de situaciones que no podrías vivir si no tuvieras un hijo. Y muchas de ellas están relacionadas con responsabilidades y toma de decisiones que nos hacen cuestionarnos a cada paso. Por lo que no es de extrañar que el miedo y la inseguridad aparezcan cada dos por tres para hacer que nos cuestionemos nuestra capacidad para ser buenas madres.
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El coaching para mamás está pensado para que descubras que sí tienes esa capacidad, y que puedas aprender a relajarte y a controlar tus miedos para disfrutar de una maternidad plena, con todos los aciertos y errores que conlleva la vida, también como madre.
Pistas de que podrías necesitar un coach
No hay madre que no sienta inseguridad. Que no te vendan la idea de la maternidad idílica porque no existe, si por idílica entendemos que todo en ella es felicidad plena y buenos momentos. Claro que ser madre es algo maravilloso y que ofrece momentos únicos de plenitud, pero también conlleva la mayor de las responsabilidades.
La intuición, el amor y los conocimientos adquiridos a lo largo de la vida son los que nos permiten hacer de la crianza una experiencia única, aunque es inevitable preguntarnos en numerosas ocasiones si nos estaremos equivocando en las decisiones que tomamos. Y esas dudas, muchas veces nos generan un estrés difícil de manejar.
Además, el hecho de ser madre implica, casi siempre, un sinfín de modificaciones: de nuestro cuerpo, nuestro trabajo, nuestra vida social, la relación con nuestra pareja…
Estas son algunas de las señales que podrían indicarte que un coach para madres podría serte de gran ayuda para mirar tu realidad desde otra perspectiva y afrontarla con seguridad y placer:
- Te culpas cuando crees que no has tomado las decisiones correctas
- Sientes dudas acerca de tu lugar en el mundo o de tus objetivos en la vida
- Te sientes insegura en general
- Ocupas tu día en el cuidado a los demás sin reservar un espacio para ti
- No te sientes cómoda con tu cuerpo o tu aspecto físico
- Crees que el resto de madres tiene mayor control sobre su vida y la forma de actuar con sus hijos
- Te sientes culpable porque crees que no le dedicas el tiempo suficiente a tu familia
En el fondo, es casi imposible que no hayas sentido cualquiera de los puntos anteriores, pero si crees que tu vida podría mejorar con ayuda externa, te contamos cuáles son los beneficios de contar con un coach para mamás.
Sacar partido a tus recursos y habilidades
El coaching te permite acotar de una manera realista objetivos y posibilidades. A partir de ahí, puedes aprender a gestionar con eficacia las situaciones que se te presenten en el día a día, sobre todo aquellas que te parecen estresantes o complicadas de afrontar. Para lograrlo, en ocasiones, habrá que desmontar algunas dinámicas establecidas y descubrir otras nuevas que te faciliten la vida.
Partiendo de tus propios recursos y habilidades, es el momento de poner en práctica todo lo que ya conoces en la teoría, y ver que es posible una maternidad que te haga disfrutar al máximo de ti misma y de tus hijos. Es decir, es hora de pasar a la acción y de lograr aquello que, en el fondo, sabes que es posible, aunque no sepas (aún) cómo lograrlo.
Mirar la crianza y la educación desde un punto de vista positivo
Cuando se tiene hijos cada día es una sorpresa, y no siempre las cosas salen como habíamos planeado. Pero si te sientes empoderada y segura de ti misma serás capaz de afrontar todos los imprevistos (a veces diarios) con firmeza y efectividad.
Sentir que los planes que hacemos para el día no se cumplen de manera reiterada puede resultar muy frustrante, pero se trata de cambiar la perspectiva y asumir que esa es la realidad, no la consecuencia de que no hagas las cosas bien.
De esta manera puedes resolver lo que se te presente y no angustiarte por la posibilidad de que las cosas no ocurran como querías. Desde ahí es desde donde podrás descubrir, de verdad, todo lo bueno que tienes para ofrecer como madre.
Y eso, se lo podrás transmitir a tus hijos con sentido del humor y una actitud positiva, ayudándoles a crecer en lo emocional y sin cargar sobre ellos responsabilidades o cargas que no les corresponden. Al mismo tiempo, te será más fácil poner límites y establecer rutinas que les ayuden a crecer.
Descubrir el valor de cada momento
El coaching no puede cambiar tu realidad, pero sí hacer que la vivas de una manera presente y consciente para disfrutarla al máximo. Al igual que en el resto de aspectos de la vida, ni pensar en el pasado ni en el futuro nos es de mucha utilidad a la hora de gestionar nuestro presente. Es más, nos impide disfrutarlo con la plenitud que se merece.
No hay momento mejor que el que estás viviendo ahora, tanto cuando estás con tu familia como cuando estás disfrutando de un tiempo para ti. Esa es la única manera de respirar hondo y reflexionar sobre las cosas que necesitas.
Es el momento de desterrar aquello que te hace ver tu presente de manera negativa y te hace sufrir, y de potenciar al máximo todas tus fortalezas para que pises con firmeza en el camino de tu propia vida.