Es muy probable que, en algún momento, te preguntes si la caca de tu bebé es normal. Esto será algo habitual, ya que, durante los primeros meses de vida, su alimentación irá cambiando; pasando de la lactancia exclusiva a distintas dietas, que incluirán además de la leche, algún que otro alimento sólido. Además, también el paso de leche materna a leche de fórmula podrá cambiar las deposiciones del bebé. Al igual que lo hará al pasar a alimentos sólidos.
Esta es la razón por la que la que las heces del pequeño pueden tener distintos aspectos y, además, se podrá dar que el bebé haga mucha caca durante una etapa en concreto. De la misma forma, las heces nos podrán avisar de que algo no está marchando del todo bien. Por eso, será muy importante conocer el aspecto que tiene que tener en cada etapa y saber si lo que está sucediendo es normal o no.
Una de las primeras preguntas que te harás es cuánto puede hacer caca un bebé. Lo cierto es que no habrá una frecuencia exacta, ya que cada bebé será diferente y tendrá su propio ritmo de digestión. Por tanto, esto afectará también a la hora de hacer caca. La frecuencia de las heces vendrá marcada por algunos aspectos fundamentales en la vida del pequeño, como puede ser la lactancia, la alimentación y la edad del propio bebé.
Además, no solamente esto afectará a las heces del bebé, también lo hará el paso de leche materna a leche artificial. Normalmente aquellos bebés que toman el pecho realizarán más deposiciones que aquellos que solamente se alimentan con leche de fórmula. Igualmente, muchos pequeños que se alimentan solamente de pecho sufren cambios en la segunda o en la tercera semana de vida. Otra variante que habrá que tener en cuenta será la edad del bebé. No es lo mismo un bebé que acaba de nacer que otro que ya haya cumplido los siete meses de edad.
Los ritmos del intestino irán cambiando con el paso del tiempo. Los bebés recién nacidos con lactancia materna exclusiva tendrán como dos o tres deposiciones al día. Pero eso sí, además de la frecuencia con la que hacen caca, también tendremos que tener en cuenta el color de sus heces. Esto nos ayudará a comprender si el proceso digestivo es el adecuado y veremos que, con el cambio de alimentación y el desarrollo del pequeño, esta va mudando de tono y, también, de densidad.
Es muy probable que la primera deposición del bebé, a la que se le denomina ‘meconio’, te llame la atención debido a su color, ya que tendrá una tonalidad oscura, algo que será totalmente normal. Esta primera caca está compuesta por células muertas, secreciones del estómago y el hígado, así como líquido amniótico, lanugo, bilis y agua. Más adelante, si decides alimentar a tu hijo con leche materna, lo más probable será que la caca sea de un color amarillo mostaza y puede presentar algunas partículas, con forma de semilla.
Todo dependerá de la cantidad de deposiciones que haga a lo largo del día. Habrá bebés que harán deposiciones después de cada toma y, por tanto, dependerá de la cantidad de tomas que realicen. También, puede ser que el pequeño esté un tiempo sin hacer caca, ya que cada uno tiene su ritmo. Esto se conoce como falso estreñimiento y será muy común entre aquellos que no hayan cumplido todavía el medio año. Cuando está estreñido, el pequeño hará unas deposiciones duras y tendrá que realizar mucho esfuerzo.
En aquellos bebés alimentados con leche de fórmula, las heces suelen tener un color café y, en algunas ocasiones, hasta un tono amarillento. Además, en el caso de que la leche artificial esté suplementada con hierro, lo más normal será que tenga un color verde oscuro. En el caso de que siga una dieta sólida, el color, la textura y la frecuencia cambiarán por completo. Esta será más compacta, dura y, además, más olorosa. Tendrán un color café oscuro y la tonalidad cambiará dependiendo de lo que haya comido.
Pero, ¿cuándo habrá que consultar con un especialista? Habrá que preocuparse cuando las heces siguen siendo negras, a pesar de que el pequeño ya ha expulsado el meconio, o en el caso de que sean rojas y no haya consumido ningún alimento de esta tonalidad.