Durante el embarazo hay que cuidarse en muchos aspectos, y uno de ellos será la alimentación. Por eso, será esencial vigilar bien todo lo que comemos, porque habrá ciertos alimentos que no serán muy recomendables. Es más, durante toda nuestra vida hemos escuchado que algunos productos, como el jamón, no serán nada adecuados para el estado de gestación debido a que pueden provocar una complicada enfermedad denominada toxoplasmosis congénita, que puede generar graves daños e incluso provocar la muerte del feto.
Por eso, la mayoría de mujeres embarazadas deciden no arriesgarse y no probar estos alimentos hasta que el pequeño no haya venido al mundo. Pero, ¿cómo de cierta es esta afirmación? Un estudio, realizado por el Centro Tecnológico Agroalimentario (CICAP), ha concluido que el consumo de jamón es seguro entre las mujeres embarazadas siempre y cuando tenga más de 18 meses de curación. En el caso del ibérico tendrá que estar 24 meses.
Sí que es cierto que, desde siempre, al jamón se le incluía entre aquellos embutidos que no eran nada recomendables. Pero ahora, parece ser que la cosa ha cambiado, eso sí, a pesar de que no esté totalmente desaprobado, muchas mujeres prefieren no arriesgarse y pasar esos nueve meses de gestación sin probarlo. Otras, optan por congelar el producto, durante un tiempo, aunque no siempre tiene el mismo sabor.
Así, el jamón se convierte en uno de los alimentos que más echan de menos las mujeres que se encuentran en estado. De hecho, la mayoría de ellas es lo primero que piden después de parir. Hasta hace muy poco tiempo ha estado totalmente vetado debido a que este tipo de producto podía estar contaminado del Toxoplasma Gondii, el parásito que causa la toxoplasmosis. Eso sí, cabe destacar que, si la mujer ha tenido contacto con el parásito antes del embarazo, esto no será ningún problema, ya que habrán desarrollado anticuerpos.
Es por eso que, a las mujeres que no hayan tenido contacto con la enfermedad, se les recomienda evitar los embutidos, ya que se consideran carne cruda. Sí que es cierto que, actualmente y después de años de investigación, los estudios apuntan a que comer jamón, de unas determinadas características, sí que podrá ser seguro para las embarazadas. Así, a partir de los quince meses de maduración del jamón, la toxoplasmosis pierde su acción y, por tanto, el jamón con denominación de origen, con 24 meses de curación, asegura la no supervivencia del parásito. Será muy importante fijarse en la etiqueta para saber el tiempo exacto de curación.
Sí que es cierto que, hoy en día, la mayoría de ginecólogos y de expertos en el tema están dejando de prohibir el consumo de jamón ibérico en las embarazadas. Por tanto, todo apunta a que no debe desecharse su consumo, durante la gestación, si no existen unos estudios concluyentes que establezcan que su ingesta aumenta las posibilidades de infectarse por toxoplasmosis.
Aún así, el ginecólogo sí que puede recomendarnos evitar este producto, ya que, de momento, no existe un protocolo general que aclare cómo se debe actuar en este tema. Desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) añaden que los procesos de ahumado o curación de las carnes y embutidos no han conseguido eliminar los quistes. Por eso, se están realizando estudios en esta dirección obteniendo datos muy prometedores con procesos de curación que duren más de dos años en productos como el jamón ibérico.
Para prevenir, muchas embarazadas deciden congelar el producto. Aún así, la SEGO apunta que la congelación puede ser efectiva para eliminar la capacidad infectiva de los quistes, siempre y cuando supere las 48 horas a temperaturas inferiores a menos veinte grados. Eso sí, cabe destacar que la mayoría de los congeladores domésticos llegan a menos 18 grados, por lo que será muy importante prestar atención a este extremo. La decisión de tomar jamón o no dependerá de la madre, ya que será ella quien tendrá que decidir si quiere arriesgarse o pasarse esos nueve meses sin un poco de jamón.
Por tanto, si la mujer ha decidido congelar el jamón, una de las opciones por la que más suelen decantarse, deberá comprobar que se encuentra el tiempo suficiente en el congelador y a la temperatura más adecuada.