El cuidado del medio ambiente no es una opción a día de hoy, sino una necesidad, y movimientos como el “zero waste” promueven una actitud respetuosa con el planeta. Esta filosofía que propone un modo de vida en el que no se generen residuos es más sencilla de llevar a cabo de lo que podría parecer. Y cuando se trata de aplicarla a cuidado y crianza de los bebés también. Se trata del “baby zero west”, y aquí te vamos a dar todas las claves para evitar los residuos innecesarios, incluso con un bebé en casa.
Antes de nada, queremos decirte que no estás sola en esto, porque cada vez son más las familias que están concienciadas con la importancia de cuidar el medio ambiente, y muchas marcas se han apuntado a darle forma a esta necesidad con todo tipo de productos. Evitar el consumo de plástico y de productos desechables está en la base de una actitud que consigue hacer por el planeta mucho más de lo que imaginamos. Y de paso, todo sea dicho, te aseguramos que a la larga se trata de productos que suponen un ahorro para tu economía.
Nada genera menos residuos que la lactancia, pero bien sea por elección o por necesidad, el biberón llega más tarde o más temprano a la gran mayoría de los bebés. Estamos acostumbrados a que los biberones sean de plástico, pero hay alternativas, como los de cristal o acero inoxidable que son respetuosos con el medio ambiente y con la salud del bebé.
Tienen ventajas como que son más fáciles de limpiar, duran más tiempo y aguantan mejor la temperatura, aunque es cierto que pueden pesar más que los de plástico (sobre todo los de cristal).
A la hora de elegir un chupete para el bebé, el caucho y la silicona son los materiales que menos residuos generan, sobre todo el caucho. En el caso de los chupetes de silicona, el problema está en el agarre, que suele ser de plástico.
El chupete de caucho es el más recomendado por ser un material natural, blando y elástico, que resulta más parecido al pecho materno que otros chupetes, lo que ayuda a que el bebé lo acepte con más facilidad.
Los residuos generados por los pañales desechables de celulosa son de un volumen desorbitado. Los pañales de tela como alternativa son una opción que cada vez convence a más familias, ya que la única desventaja que tienen es que hay que lavarlos, pero eso es algo que ya hacemos con nuestra ropa y la del bebé.
A favor de los pañales de tela hay que decir que, además de ser respetuosos con el medio ambiente (que ya es mucho), hay para todas las edades, incluso modelos evolutivos, y los diseños son irresistibles. Además, pueden heredarse por los hermanos más pequeños, una gran ventaja sin lugar a dudas.
Hemos asumido la comodidad que ofrecen las toallitas desechables sin pararnos a pensar en el daño que pueden hacerle al planeta. Por no hablar de que tampoco son muy respetuosas con la piel del bebé. En cambio, las alternativas sí lo son, como utilizar en casa el clásico barreñito con un poco de agua, una esponja y un jabón suave. El culito de tu bebé quedará limpísimo y sin irritaciones, además de que no habrás generado residuos.
Cuando el cambio de pañal es en la calle puede parecer más incómodo, pero todo es cuestión de acostumbrarse. Una toallita pequeña de algodón y un poco de agua para humedecerlas es todo lo que necesitas para dejar limpia la piel del bebé en cada cambio de pañal.
Cada vez ganan más terreno en el cuidado personal adulto por sus componentes naturales, por sus texturas tan agradables, y porque cuidan del planeta, tanto por su composición como por su embalaje. La buena noticia es que, al igual que son buenos para nosotros, también lo son para nuestro bebé. Y al igual que el jabón, también hay champú o crema, que seguro que te conquistan por los buenos resultados, además de ser “zero waste”.
Durante la lactancia es habitual la pérdida de leche, que puede ocasionar manchas en el sujetador de la mamá. Los discos de lactancia absorben la leche evitando que se produzcan estas manchas y la sensación de incomodidad que puede causar la humedad. Estos discos suelen ser desechables, por lo que generan residuos. Pero existe la opción de utilizar discos de lactancia de tela, muy cómodos y lavables, además de resultar más baratos.
Los puedes encontrar de diferentes materiales, como el bambú o el algodón, pero también de lana e incluso de seda. Son mucho más agradables para la piel que los desechables, y facilitan la curación en el caso de que se produzcan grietas en el pezón.