Vestir a un recién nacido en invierno puede parecernos complicado. Detectar si tiene frío o calor, entrar y salir de sitios con los cambios de temperatura que esto supone o pensar cuántas capas de ropa debería llevar son algunas de las cuestiones que se plantean los padres cuando su hijo ha nacido coincidiendo con los meses más fríos del año.
Y todas ellas son lógicas, ya que hasta los tres meses los bebés regulan con cierta dificultad su temperatura corporal y es fácil que pierdan calor. Además, se mueven poco y no tienen mucha grasa.
Para despejar tus dudas acerca de cómo vestir a tu bebé en invierno te contamos aquellas pautas que necesitas conocer, y que se adaptan a diferentes situaciones: paseos por la calle, cambios de lugar, para estar en casa o la hora de ir a dormir.
Hay una norma a la hora de vestir a un recién nacido, y se aplica tanto en verano como en invierno: debe llevar una prenda más que tú. Recuerda que hemos dicho que a los bebés les cuesta regular la temperatura, y esto no varía con la época del año.
Pero no por tratarse del invierno y querer que vayan abrigados debemos excedernos. Si los vestimos con más capas de las necesarias les haremos sudar y eso solo puede hacer que se sientan incómodos, que duerman mal, o que terminen resfriándose si el sudor se enfría.
Además de seguir esta pauta de vestirles con (solo) una capa más que tú, elige prendas confeccionadas en tejidos que transpiren bien, como el algodón, la lana o el polar. Aunque para la primera capa no hay nada mejor que el algodón.
Y si tienes dudas acerca de si estará pasando frío o no, piensa en cómo la percibes tú y que él la siente con algún grado menos. Es la mejor referencia que puedes tener a la hora de abrigarlo.
Para evitar que su tripa y espalda queden al descubierto con los movimientos, utiliza siempre un body como primera capa, ya sea de manga corta o de manga larga. Como hemos dicho, lo conveniente es que sea de algodón, ya que va a entrar en contacto directo con su piel y los tejidos sintéticos podrían irritarla. Además, el algodón no provoca alergias, deja transpirar y absorbe el sudor. Presta atención al ritmo de crecimiento y a los cambios de talla, para que no lo apriete en los muslos, pero tampoco le quede muy grande.
Para el resto de capas elige siempre la amplitud y la comodidad. Que sea ropa con aberturas, que puedas quitar y poner con facilidad si cuando haya cambios de temperatura, se manche o tengas que cambiarle el pañal. Los botones, imperdibles y cremalleras no son una buena idea, porque son complicados de abrir y cerrar, además de que corres el riesgo de que lastimen la piel del bebé con el roce (sobre todo los imperdibles y cremallera). Y ya puestos, quita también las etiquetas para evitar posibles rozaduras o molestias.
Como ves, estamos hablando en todo momento de una forma de vestir por capas. Si le vistes con una sola, aunque abrigue mucho, no podrás controlar los cambios de temperatura si entras o sales de algún sitio. Lo ideal es utilizar diferentes capas (así controlarás que lleva una más que tú) para ponerle o quitarle según sea necesario.
Para salir a la calle, sobre todo si la temperatura es baja, debes ponerle un gorro. En caso de viento, el plástico para la lluvia del carrito te servirá para protegerle. Como prenda exterior, es preferible un abrigo o chaquetón que un mono. Este último es más difícil de quitar y poner cuando sea necesario, y puede hacer que el bebé vaya más incómodo. Espera a que tenga unos meses y te resultará más difícil ponérselo y a él llevarlo. No olvides utilizar también un par de manoplas para cubrir sus manos.
Al igual que para salir a la calle, vestir al bebé por capas es lo más práctico. De nuevo, hay que empezar por un body de algodón que mantenga su cuerpo calentito y que te resulte cómodo de abrir y cerrar para los cambios de pañal. Después, solo necesitas un pelele o un pijama, ya sea de una o dos piezas. Eso sí, asegurándote de que tiene siempre los pies bien cubiertos. Y las manos en casa, siempre descubiertas, para que pueda moverlas con libertad. El gorro en casa también es prescindible.
Lo ideal es que la temperatura de la casa está a 20-22 ºC aproximadamente y que el bebé solo necesite para dormir un body y un pijama que le tape los pies. El algodón sigue siendo el mejor tejido, también para el pijama, mejor que los polares. Los sacos tampoco son necesarios, solo necesitas una manta calentita para tenerlo correctamente abrigado.