Crear un entorno adecuado para tu bebé será algo importantísimo y que llevará su tiempo. Por eso, será de vital importancia que el pequeño tenga su propio espacio, con todo lo necesario a su alcance. En el momento de comenzar a decorar y diseñar la habitación de tu hijo habrá que tener en cuenta una serie de aspectos. Para que, así, sea un lugar donde el pequeño se sienta completamente a gusto. Además, no debes de olvidar que se trata la primera estancia de la que tu hijo va a disfrutar tras salir del vientre, por lo que tendrá que ser cómoda y acogedora.
Por eso, será muy importante lograr esa comodidad y seguridad, que tanto agradeceréis tanto el pequeño como tú. Además, habrá que tener claro que ese lugar no será un sitio de disfrute solamente para el bebé, sino que los progenitores pasarán mucho tiempo en ella. Por eso, no será necesario que la llenes de cosas y, por tanto, tendrás que elegir aquello más esencial. Pero, ¿cuáles son los productos básicos que tiene que tener una habitación de bebé?
Lo primero que tendrás que tener en cuenta será que el bebé necesitará una zona para descansar. Por tanto, será importantísima una primera cuna para el recién nacido o un moisés. Este le aportará esa sensación de cobijo y ofrece una mayor posibilidad de movilidad para que los padres le transporten de un sitio a otro de la casa. Probablemente, durante esos primeros meses, su habitación no será el lugar donde pasará más tiempo. Por eso, será muy importante hacerse con una cuna que sea fácil de mover.
El moisés debe con una superficie firme que cubra toda su base y que estará hecho con un material similar al de las colchonetas. También, los lados deberán ir forrados con el mismo material para que el pequeño se sienta lo más cómodo posible. Otro elemento muy importante, y muy relacionado con el moisés, es la cuna. Esta debe tener unas características específicas que la hagan más cómoda y segura. Hoy en día existen en el mercado una infinidad de modelos que se adaptan a los cambios del bebé cuando este crece. Al principio puede resultar una inversión bastante elevada, pero luego valdrá la pena.
También, la cuna tendrá que tener un colchón firme, que se ajuste al tamaño del mueble. Además, no deben sobrar espacios entre la cuna y el colchón, ya que, si es así, el pequeño podrá llegar a hacerse daño. Además de lo mencionado, también será imprescindible que el bebé cuente con un armario para su propia ropa. Por eso, aunque pensemos que todavía son demasiado pequeños, sí que tendrán una gran variedad de prendas, que tendrán que ser guardadas. Tendrás que revisar que el armario cuente con varias divisiones para poder separar su ropa, sus toallas, abrigos, zapatos y distintos productos diarios.
Otro elemento importante en la habitación del pequeño será el cambiador, ya que serán muchos los pañales y la ropa que tendrás que cambiar en su día a día. Algunas cunas traen el cambiador incorporado para que puedas realizar distintas tareas. La mayoría de cambiadores que encontramos en el mercado se sitúan arriba de un mueble, que normalmente suele ser de cajones. A la hora de elegir uno tendrás que tener en cuenta que deberás cambiar al pequeño de pie, sin tener que inclinarte. Esto será lo más cómodo para ti y tu bebé. También, será importantísimo que la cuna cuenta con una serie de accesorios, como pueden ser un móvil de colores, que estimulará algunos sentidos como la vista y el oído.
A la hora de elegir el móvil, procura que sea de colores llamativos y que emita algún tipo de sonido para que pueda encenderse y apagarse siempre que se quiera. Eso sí, será muy importante que te fijes que no sea muy largo, ya que pronto crecerán y podrán llegar a él. También, un elemento que no podrá faltar en la habitación del niño será un sillón.
La mejor opción será una mecedora, ya que, si el pequeño está acostumbrado a dormirse en brazos, el trayecto hasta su cuna será más corto y habrá menos posibilidades de que se despierte. Además, también podrás utilizarlo para amamantarlo. Será muy cómodo que, al lado de la mecedora, también incorpores una lámpara de noche. Aunque su luz tendrá que ser floja y servirá, también, para que el pequeño pueda dormir mejor y no tenga pesadillas.