Es muy posible que seas de esas personas que tardan mucho en concentrarse cuando se sientan frente a un escritorio. La parte buena es que no está todo perdido; tener la capacidad de concentrarse podrá entrenarse, por lo que lo mejor será que no desesperes. No te preocupes, practicando una serie de ejercicios serás capaz de focalizar tu atención en aquello que estás realizando, y de esta manera podrás ver los resultados que, seguro, serán increíbles. Además, dejarás atrás la incomodidad y preocupación que te invade cuando te pones frente a una actividad que requiere concentración.
Si te cuesta concentrarte es muy posible que el momento de ponerte, por ejemplo a estudiar, sea complicado. Probablemente comiences tus estudios bastante mentalizada y con ganas, pero, con el paso de los minutos ves cómo ese tiempo pasa sin que hayas adquirido ningún conocimiento. Es muy posible que esto suceda porque le sigas dando vuelta a un problema que has tenido con tu familia, con tus amigos o con tu pareja o puede que sea el telefono móvil lo que te impida concentrarte. Por todo ello, lo mejor será que, a la hora de ponerte a estudiar, elimines la mayoría de pensamientos y preocupaciones que rondan por tu cabeza, así como el móvil, y pongas el foco en lo que vas a hacer. Este será el primer paso para tener una sesión de estudio más que productiva y para aprovechar el tiempo que te dediques a ello.
Para concentrarte más, lo mejor será que lleves a cabo una serie de consejos y técnicas a la hora de ponerte con la tarea. Lo primero será que cambies tu estado mental antes de empezar, ya que así podrás focalizarlo todo en tu objetivo. Es muy importante que trates de liberar tu mente de posibles distracciones y preocupaciones que harán que te encuentres en alerta. De esta manera será más fácil pasar a un estado más relajado, que será el idóneo para que mejore tu concentración. Eso sí, para cumplir esto será muy importante que estés muy receptiva y tranquila para a ser capaz de mantener la concentración y mejorar tu rendimiento.
1.Respiración con el diafragma
Para encontrar ese estado de relajación, lo mejor será hacer algo que realmente te guste, como escuchar tu canción favorita o dar un paseo. También será muy importante realizar unas pausas entre tarea y tarea y así prepararte para comenzar con más atención la nueva actividad. Además, podrás hacer algún ejercicio de relajación, ya que uno de los principales enemigos de la concentración será la ansiedad.
Para lograrlo, un ejercicio perfecto será hacer respiraciones con el diafragma. Es muy fácil y sus efectos relajantes son elevados. Para llevarlo a cabo lo mejor será estar tumbada, con una mano en el pecho y otra en el abdomen. La posición de las manos te ayudará a ser consciente de dónde estás llevando el aire. La importancia de este ejercicio es llevar el aire de la boca al pecho y luego al abdomen, y soltarlo a la inversa: del abdomen al pecho y luego sacarlo por la boca.
2.Relajación muscular progresiva de Jacobson
Otro ejercicio será la relajación muscular progresiva de Jacobson en el que se trabajará con una serie de grupos musculares, que deberán ser tensados, por separado, durante diez segundos; luego, habrá que relajar otros quince segundos.
3.Meditación
También es muy recomendable hacer ejercicios de meditación, que consistirán en centrarte en un determinado objeto, pensamiento o, simplemente, en tu respiración. Será muy importante que deseches todos aquellos pensamientos involuntarios que intentarán sabotear tus progresos. Si nunca has realizado este tipo de ejercicios, lo mejor será que busques algunas referencias en internet. Además, deberás tener la mente abierta y recopilar información sobre ese cambio que quieres tener en tu vida.
Otro aspecto importante será cuidar, hasta el mínimo detalle, todo lo que se encuentre en tu espacio de estudio. Es básico no perder la concentración con todo lo que te puedas encontrar en tu mesa. Así, prepara todo lo necesario para cuando haya llegado la hora de estudiar no pierdas tiempo en ello, y lo más importante, ni la concentración. Lo ideal será planificar bien el estudio, cumplir con los horarios, gestionar correctamente tus tiempos, estudiar de forma activa, tener la música como aliada, utilizar la tecnología y, por qué no, que te recompenses cuando acabes con el estudio. Los principales enemigos de la concentración serán no llevar una dieta equilibrada, el sedentarismo, una mala hidratación y el cansancio.