Ejercitar al bebé, desde que es bien pequeño, proporcionará una infinidad de beneficios. Al igual que sucede con los adultos, el ejercicio será fundamental en la vida de cualquier persona y, por eso, no habrá que excluir a los más pequeños de este grupo. Esta será una manera de mejorar la circulación, quemar grasa totalmente innecesaria y poner en movimiento los huesos y los músculos. Por eso, será muy recomendable que se ponga en práctica unos determinados ejercicios para fortalecer al bebé.
Durante esos primeros años de vida, el pequeño necesitará adquirir un determinado tono muscular para que pueda sentarse, gatear o caminar. Además, mediante la actividad física podrá fortalecer sus pequeños músculos para que tenga las habilidades motrices necesarias y ajustadas a su edad. También, el ejercicio será el momento ideal para compartir un rato con el bebé y ayudarle a construir hábitos más sanos.
De esta manera, los padres se convertirán en sus guías. Cuanto mayor sea el nivel de energía, más eficiente será su cuerpo. Además, cuanto más eficiente sea el cuerpo, mejor se sentirá y se podrán producir resultados increíbles. Según varios estudios, tanto los bebés como los niños, que se encuentran en edad preescolar, necesitan tener, al menos, media hora de ejercicios al día. Implementar esta actividad lo que hará será disminuir las posibilidades de sobrepeso y, también, de otras enfermedades asociadas a esta condición.
Además, será totalmente recomendable que el ejercicio se establezca como algo obligatorio en el día a día. El desarrollo cerebral estará vinculado directamente con la actividad muscular en los niños y, sobre todo, en edades tempranas. Así, los más pequeños que carecen de desarrollo muscular no podrán construir conexiones neuronales tan efectivas como los que sí tienen actividad física regular.
También, cuando los niños se ejercitan desde edades tempranas tendrán más posibilidades de continuar con ese hábito durante la edad adulta. Desde bien temprano, el pequeño podrá comenzar a desarrollar flexibilidad, coordinación y equilibrio. Sí que es cierto que habrá que diferenciar entre los bebés de cero a seis meses o mayores de esta edad.
Uno de los ejercicios, recomendados para aquellos pequeños de cero a seis meses, es colocar al bebé boca arriba de la cama y poner los dedos índices entre sus manos. Cuando este los apriete habrá que cogerlo por las manos e impulsarlo para elevar su torso de la cama. De esta manera, el bebé aumentará poco a poco la fuerza y tratará de levantar su propio cuerpo. Además, tendrás que mantenerlo elevado durante unos segundos y, luego, volver a apoyarlo en la cama con delicadeza.
Uno de los mejores ejercicios, para aquellos pequeños de dos a cuatro meses, será fortalecer el tronco. De esta manera se podrá ejercitar tanto los músculos delanteros como los de la espalda. Para ello habrá que colocar al bebé boca abajo en una pelota grande, preferiblemente que sea de pilates o de playa hinchada, y balancearlo a los dos lados para que se fortalezca su tronco.
Este estará recomendado para bebés de hasta cuatro meses. Este ejercicio se tendrá que realizar sobre una cuña boca arriba y sujetaremos al pequeño de las manos y le ayudaremos a sentarse, dejando que el bebé haga fuerza para subir. Además, tendremos que comprobar que sujeta bien la cabeza al levantarse. Cuando le cueste menos, el ejercicio se repetirá sin cuña y directamente tumbado sobre una superficie plana. Para que coja más fuerza en las manos podremos darle un aro para que lo coja y tendremos que mover el aro para levantarle. Eso sí, será muy importante sujetarle de las manos.
Otra opción que también fortalecerá todo su tronco será la de colocar al bebé de espaldas y sujetarlo con los pies. Así, habrá que alternar los movimientos, sosteniendo una pierna extendida y llevando la otra hacia al pecho. Habrá que repetir este movimiento unas tres veces con cada pierna y dejarlo descansar para volver a realizarlo.
También, otro ejercicio con el que se podrá fortalecer los músculos de tu bebé será recostándolo de espaldas. Así, habrá que coger su pierna derecha y mantenerla recta y, luego, llevarla hasta su oreja izquierda. Luego, habrá que volver a la posición inicial y repetir el movimiento unas cinco veces alternando con la otra pierna y oreja.