El embarazo es una de las etapas más importantes de nuestra vida. Pero, también, una etapa donde tendremos que acudir a la consulta del médico más veces de lo normal. Esto es porque esas semanas de gestación deberán estar bajo supervisión de un especialista, que será quien nos comunique que todo marcha según lo esperado. Se trata de unos meses diferentes y en los que tendremos que pensar mucho en nosotras mismas, pero, también, en el bebé que está creciendo en nuestro interior. Por eso, la mayoría de las veces que acudas a ver a un especialista te realizarán una ecografía, para comprobar que todo está según lo esperado y dentro de los parámetros adecuados. Así, una de esas primeras ecografías es la de la semana seis de embarazo, que, además, será especialmente importante, ya que será la primera toma de contacto con nuestro bebé.
Cabe destacar que además de ver al bebé, en esas citas te podrás someter a diversas pruebas que serán necesarias para comprobar la buena salud del pequeño. Es el caso del test de O’Sullivan, también conocido como prueba del azúcar, así como un tacto vaginal, en los últimos días de gestación. Aún así, vamos a centrarnos en qué sucede en esa semana seis de embarazo, que tan especial será para ti y que recordarás con tanto cariño. Lo primero que debes saber es que, aunque tú no tengas aspecto de embarazada, ya que tu tripa todavía no ha crecido, sí que se está formando una vida en tu interior. El útero irá, poco a poco, aumentando de tamaño para albergar al bebé y la placenta evolucionará con especial rapidez.
Lo más probable es que, durante esta sexta semana, notes más síntomas de lo normal, como acidez, náuseas o cansancio, que irán desapareciendo según van pasando las semanas. Lo más normal será que remitan en algún momento, aunque luego vuelvan a aparecer. En esa sexta semana de gestación, el test ya habrá confirmado que te encuentras esperando un retoño y, por eso, será hora de acudir al ginecólogo para tener tu primera cita. En la Seguridad Social lo más común es que la primera ecografía sea a las doce semanas, pero puede ser que te hagan una ecografía de confirmación. Por eso, el ultrasonido temprano tendrá la función de comprobar que hay embarazo y que la implantación se ha producido de forma adecuada.
En esta ecografía se examinarán el útero, la vagina y se detectarán posibles problemas. Además, en esta primera visita al especialista, este te tomará los datos y te indicará tu fecha probable de parto (FPP). También te hará algunas preguntas para comprobar tus antecedentes o para saber si te has preparado para el embarazo tomando ácido fólico. Este primer ultrasonido será una ecografía transvaginal, que el especialista realizará introduciendo una sonda en la vagina que se cubrirá con un preservativo y un gel para que tu inserción no sea especialmente dolorosa. Esta sonda enviará ondas sonoras que reflejarán las estructuras corporales. Luego, un ordenador las recibirá y las utilizará para crear una imagen que podamos ver en una pantalla. Será la primera vez que puedas ver a tu hijo, que será un embrión todavía muy pequeño, con el aspecto de una judía.
En esta semana seis de gestación, el embrión tiene cuatro semanas de edad, ya que se empieza a contabilizar a partir de la fecha de la última menstruación. El corazón empezará a latir de forma regular, aunque es muy probable que todavía no se detecte en la ecografía. Eso sí, el pequeño embrión podrá realizar algunos movimientos espontáneos que la madre notará como una especie de cosquilleo. A partir de la cuarta semana de gestación, el embrión comenzará a desarrollar sus futuros órganos y, por eso, estas semanas serán especialmente importantes. Uno de los últimos cambios que se produce en esta etapa es el plegamiento del disco embrionario, de esta manera, el embrión tomará más forma de vertebrado, ya que se irá formando longitudinal y transversalmente.
Además, en su interior se formarán distintas membranas y cavidades que darán lugar a los órganos huecos de los pulmones. A partir de este momento es cuando comienza una etapa de grandes cambios y de crecimiento, ya que se van esbozando todos los órganos, los sistemas y los aparatos del futuro organismo adulto. Sí que es cierto que la función de la mayoría de órganos es todavía bastante limitada, así como mínima e inexistente. Poco a poco, el embrión irá creciendo y seguirá con su desarrollo. Por eso, los avances serán bastante espectaculares y se considerarán muy importantes, por pequeños que sean.